viernes, 10 de septiembre de 2010

COMEDORES Y SALTOS DE ESTÓMAGO

PUBLICADO PARA HOY 11 DE SEPTIEMBRE


Por Dania Virgen García

San Miguel del Padrón, La Habana,(PD) Sobre el cierre de los comedores obreros, escribía recientemente en la revista Bohemia el comentarista de temas económicos Ariel Terrero: “Los cambios suelen provocar escozor, saltos de estómago. Más aun si apuntan hacia la comida. No importa que el consenso social clame por transformaciones económicas.”

Y es que desde que el periódico Granma fue autorizado a informar sobre las nuevas variantes del almuerzo para los trabajadores, en las calles se habla mucho del asunto de los comedores obreros.

Cerca de más de 500 comedores en la ciudad de La Habana están cerrados por no haber presupuesto para el famoso almuerzo, que nunca fue almuerzo sino comida de perros.

Hace unos meses, estando encerrada en un calabozo de la unidad policial de Guanabacoa, me negué a comer porque la comida estaba en pésimas condiciones. Tuvieron que llevarme varias veces al policlínico y en una de esas ocasiones, una doctora me dijo que el almuerzo que daban a los detenidos era el mismo que ellos comían. ¡Qué consuelo!

Después del cierre de los comedores obreros, daban a cada trabajador 15 pesos en moneda nacional diariamente para que almorzaran por la calle, donde pudieran. Sólo alcanzaba para una pizza o un pan con jamón y un refresco. Pero a los jefazos sesudos les pareció que era mucho dinero. Los 15 pesos los cambiaron por 60 centavos cuc, y así, al cambio actual, el pobrecito Papá-Estado se ahorra tres pesos diarios por trabajador.

Los 60 centavos cuc son un estipendio para mal comer por días trabajados, sin ausencias ni llegadas tardes, en trece organismos. A Comercio Interior y Exterior y Turismo se les hizo mini-restaurantes (para estos sí tienen presupuestos) donde los empleados gastarán los centavitos cuc y se quedarán cortos.

Los comedores de los ministerios de Salud y Educación se quedarán. Tan malos o peores que de costumbre.

En las escuelas, el almuerzo seguirá gratuito. Por supuesto, seguirán las famosas hamburguesas hechas sabe Dios con qué, el pan agrio, el yogur de soya ácido. Los padres que puedan, que lleven de la casa el almuerzo a sus hijos para que no se enfermen del estómago. Los que no puedan, esos no les interesan a nadie “allá arriba”.

En los hospitales y los asilos (como en las escuelas primarias) se llevan casi toda la comida para los puercos porque no hay quien se la pueda comer. Los familiares tienen que llevar a sus enfermos el desayuno, el almuerzo y la comida. También café y meriendas y algún regalo para los médicos y las enfermeras, para que te traten como es debido.

Y mientras, se habla (también a veces en el Granma, en la sección Cartas a la Dirección) de la libreta de abastecimiento, si se va a eliminar o no, si le van a agregar o más bien a quitar no sé qué más cosas.

dania.zuzy@gmail.com

Foto: Ana Torricella

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