ASESINOS DE LA VERDAD

Por Pr Manuel Morejón Soler


El Vedado, La Habana, 6 de noviembre de 2010, (PD) “De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. De un mismo manantial no puede brotar a la vez agua dulce y agua amarga. Así como una higuera no puede dar aceitunas ni una vid puede dar higos, tampoco, hermanos míos, puede dar agua dulce un manantial de agua salada. (Carta del Apóstol Santiago 3:10-12).

Los tiranos en base a su verdad, porque la verdad también se inventa, dictan órdenes de arrestos, destierros y hasta de muerte, cuando lo que deben mostrar abiertamente son los motivos que originan los hechos, pero la lengua de estos no se puede dominar de decir algo hasta inclusive venenoso, con tal de eliminar a sus opositores.

Un gobierno no debe estar formado con hombres ruines y faltos de sinceridad que no estén dispuestos a hablar con franqueza ante cualquiera la verdad sin ambigüedades Conocer la verdad no es lo mismo que amar la verdad. Quien ama realmente la verdad está dispuesto a dar su vida por ella. Pero hay algunos dispuestos a manipular la verdad para vivir de ella. También omitir la verdad es una de las formas más monstruosas de decir mentiras.

¡Qué expresión tan noble la de Guillermo “Coco” Fariñas quien no escatimó en ofrecer su vida por la causa de la libertad de los presos políticos! La Unión Europea lo galardonó con el premio “Sajarov”. Sin embargo en su país es mantenida en silencio la verdad que Fariñas profesa, restándole toda importancia al hecho. Y lo que es peor, a través de twitters y blogs oficialistas lo llaman:”delincuente local que recibe el Sajarov”

¿Por qué no se expone públicamente a través de los medios de comunicación masiva con exactitud la realidad de los hechos y la verdad que defiende Guillermo Fariñas?

Durante un discurso en La Habana el 8 de mayo de 1959, en una de las ocasiones en que negó que la revolución fuera comunista, Fidel Castro dijo: “¿Es que alguien puede pensar que encubrimos oscuros designios? ¿Es que acaso pudiera alguien afirmar que hemos mentido alguna vez al pueblo?”

Decía Martín Lutero (1483-1546); religioso agustino alemán, iniciador de la Reforma protestante: “Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más tiempo se la hace rodar, más grande se vuelve”.

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