viernes, 5 de noviembre de 2010

A CORAZÓN ABIERTO


Por Juan Antonio Madrazo Luna


El Vedado, La Habana, 6 de noviembre de 2010, (PD) La cubana es una sociedad que a principios del siglo XXI aun construye hegemonías. El racismo, la discriminación y los prejuicios están anclados en las emergencias de la psiquis nacional. Son estaciones legítimas y campos de tensiones cuyos códigos no acaban de ser descifrados públicamente.

El racismo es un ejercicio de poder que se encuentra muy bien acomodado. Es un peligroso combustible que amenaza la no lograda integración de la sociedad. Las actitudes, ideas racistas, el lenguaje y las imágenes adormecidas del racismo ganan cada día más fuerzas.

La revolución cubana no ha logrado que los afrodescendientes dejen de estar en el sótano de la pirámide social. 50 años después se hace palpable que no han adquirido una verdadera emancipación y viven en condiciones múltiples de discriminación.

La historiografía nacional invisibiliza las contribuciones sociales, políticas, espirituales y culturales que los afrodescendientes han hecho a la Nación. Ellos asistieron al parto de la nación y hoy son testigos de un racismo mediocre.

Nadie en Cuba tiene derecho de defender la idea de que el racismo ha sido desmantelado. Pero el tema racial como zona discursiva es aun uno de los silencios sagrados de los árbitros de la llamada Revolución Cubana. Más allá del discurso de cámara, que existan plataformas mediáticas, oficiales y clientelistas, como la Comisión Cubana contra la Discriminación Racial y la no tan secreta Cofradía de la Negritud, la temática no es parte de una agenda pública.

El Comité Ciudadano por la Integración Racial (CIR) como plataforma de comunicación que intenta restaurar el debate sobre tan espinoso asunto, consciente de tales urgencias, desarrolló durante los días 22 y 23 de octubre la primera edición del foro “Raza e Identidad. Cuba: pasado, presente y futuro”.

El evento de corte académico se propuso durante dos sesiones de trabajo en que se presentaron 10 ponencias para tejer una conversación sobre las complejas dinámicas que experimenta nuestra sociedad en campos de tensiones como lo interracial y lo intrarracial. Fue la oportunidad de entrenar la mirada con el fin de descodificar prácticas y fenómenos que son el azote del cuerpo social, político y cultural.

Se hizo un análisis del racismo como lastre cultural, las relaciones raciales y los prejuicios sedimentados en la sociedad, los ambientes de apoyo que legitiman tales prácticas como el racismo lingüístico, discursivo y mediático, la imagen de la mujer negra y mestiza en los medios y en la publicidad grafica que tiene como destino la conquista de nuevos mercados en la industria turística.

El racismo institucional también fue cuestionado y se hizo un fuerte reclamo a descolonizar la pantalla. La imagen de la mujer de origen afro está anclada al universo de la sensualidad y las emociones y no al deseo de la idea y la razón, divorciada de una estética no acorde a la realidad.

El evento fue la oportunidad de pensar lo cubano con otros lentes. Animó a romper todos los espejos de las hegemonías y los prejuicios. Dio la oportunidad de visualizar e iluminar la mirada del otro, a dar voz a los silencios, a desconfiar de lo que se nos trata de vender desde una mirada oficial y excluyente.

Raza e Identidad fue una mirada con acento que nos estimuló a continuar desarrollando investigaciones sobre el tema y asumir un compromiso militante con la realidad. Es el compromiso de demandar a los responsables de los medios la construcción de representaciones más equitativas de los hombres y mujeres de origen afro en el audiovisual cubano. La necesidad de romper con los códigos establecidos es el compromiso que como cubanos debemos asumir desde el Consenso por la Integración y la Identidad, plataforma de comunicación que dio el punto final al evento.

El reto está en la sistematicidad de continuar mirándonos por dentro, mediante el desarrollo de talleres participativos que estimulen nuevas y necesarias agencias de intercambio que como materia prima fortalezcan el empoderamiento ciudadano.

cubainterracial.gl@gmail.com
Foto: Juan A. Madrazo

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