martes, 15 de febrero de 2011
Desde el talento y la valentía
Escrito por Lucas Garve
Mantilla, La Habana, 16 de febrero de 2010,
(PD) Compartir una mesa en un café junto al Prado en este diciembre del centenario de Lezama Lima, obliga a hacerse acompañar por alguien con talento. Mi conversación con Luis Felipe Rojas, escritor, periodista y bloguero, merece no terminar nunca.
Lucas Garve- ¿Qué día tú naciste?
Luis Felipe Rojas- 21 de febrero del 1971
LG- ¿Qué signo eres?
LFR- Piscis
LG- ¿Eres escritor, periodista o bloguero?
LFR- Escritor por naturaleza, creo que nací con esa inclinación, periodista por interés cívico y bloguero por necesidad. El blog me da la libertad que no dan los otros géneros, incluso en el periodismo, incluso en la Literatura, por eso he adoptado este formato para tratar de sacar algunas cosas que serían un poco más difíciles en otros ámbitos del periodismo independiente.
LG- ¿Vivir en provincia te limita o te ayuda a trabajar?
LFR- Creo que ninguna de las dos. Yo vivo con naturalidad. Vivo en San Germán, un lugar reconocido en la geografía nacional como el centro exacto de Oriente, pero viviría lo mismo en San Germán, Alto Songo que en El Vedado. Claro, las condiciones sociales a veces dificultan o ayudan a algunas personas, pero para hacer el periodismo que hago, para llevar la responsabilidad cívica y civilista en favor de la libertad de Cuba y de la libertad de información y del flujo de la información, para mí, me es indiferente uno u otro lugar.
LG- Tú tienes una experiencia anterior como narrador…
LFR- Sí, yo publiqué varios cuentos en las principales revistas de este país como la Gaceta de Cuba, Revolución y Cultura, revista Unión, publiqué en Encuentro de la Cultura Cubana y en el ciberespacio he publicado algunos cuentos míos. Tengo dos libros de cuentos inéditos todavía.
LG- ¿En tus textos hay más discurso de la cotidianeidad o prima la imagen del reportero de a diario?
LFR- Mezclo las dos cosas. Lo primero que hago es respetar al lector o trato de hacerlo; entonces, por esto no haría como se habla por ahí de una alguna masturbación mental, dado que soy un hombre que escribe desde la perspectiva de la vida cotidiana y por eso descuida lo que aprendió en la Escuela de Letras, lo que aprendí con mi maestra de Gramática, Ercilia Estrada. Por tanto, tengo de reportero, tengo el cuidado que se debe tener en algunos géneros periodísticos, lo que sí, quizás, la gracia esté en que eso parta de la vida cotidiana.
LG- ¿Escribes tu vida y los azares o lo haces como una novela de tu vida?
LFR- Después de la Biblia, todo es una ficción, mira las noticias, los mismos reportajes que hago. Todos me van a servir, me está sirviendo para mis cuentos, para la novela que voy armando, para los documentales que hago, creo que todo, todo se convierte en una ficción. Además desde el instante mismo en que todo pasa, ya es pasado, ya es Historia y es novelable, es ficcionable.
LG- ¿El bloguero reemplazó en ti al periodista o hubo un consenso entre ambos?
LFR- Conviven los dos, porque si buscas en la web, publico para Diario de Cuba y tengo que publicar, no por imposición, sino porque ya es una costumbre con los lectores de Diario de Cuba, publico una especie de reportajes también en Primavera de Cuba de una manera más contenida por el problema de espacio pues la redacción de esa publicación así me lo exige y publico entonces las cosas en el blog Cruzar las alambradas, un poco más libre, más sueltas, dónde yo soy mi jefe de redacción, soy mi corrector de estilo, pero uno no suplanta al otro, yo no he querido hacerlo. He tenido la posibilidad, pero quiero llevar esas dos cosas, el periodista y el bloguero, separados, aunque en algún momento se abracen, ¿no? por temas o por la manera de escribir.
LG- ¿Cómo concilias blog y credibilidad?
LFR- Fácil. Es la primicia. Como la poesía, el hombre ha de ser creíble, el escritor debe ser creíble. Mi máxima es la siguiente: “lo que yo escribo es mitad mía y mitad de los lectores”. Por tanto, no puedo traicionarlos: credibilidad todo el tiempo. Además, tengo la espada de Damocles ahí, tengo los cañones de la policía política frente a mí, no tengo ningún tipo de compromiso con ellos, pero jamás se han atrevido a desmentir lo que digo y creo que es el primer aplauso que pueda recibir un escritor y en segunda, allí están a la vista de todos, las personas sobre las que testimonio, de sus golpizas, detenciones, confiscaciones, multas; eso está ahí, la credibilidad es lo primero.
LG- ¿Qué es más útil para el bloguero, saber contar las cosas o dar la información de un hecho?
LFR- Hay que conjugar las dos, nunca he podido priorizar una. No creo en la técnica fría y no creo tampoco en la super relajación de porque estés escribiendo en un blog puedas escribir sobre si la almohada o si lo otro, que sé yo. Hay que saber contar, hay que aprender a contar. El periodismo oficial cubano tiene una carencia que es la falta de mordacidad, hay que enganchar al lector con la mordacidad, con el humor con todo eso y, en alguna medida, el periodismo independiente cubano y la blogosfera cubana también han padecido de eso; es decir emperchamiento, todo demasiado almidonado, demasiado serio, demasiado a la tremenda o tremendista en el sentido de que todo no puede ser sobre la represión o todo no puede ser acusar al Gobierno. Tiene que haber ahí un entramado para que el lector de la Cuba futura que es el de hoy mismo empiece a desideologizar lo que lee. Por favor, ayudemos al lector que es a quien nos debemos nosotros los escritores.
LG- ¿Cómo ve LFR el futuro del blog en Cuba ante las nuevas perspectivas que algunas voces pregonan acerca de lo que nombran “desestatización” de la sociedad?
LFR- Lo que no conlleve a la calidad, a la gracia, al ingenio de todo creador, a la credibilidad, eso se va a convertir en hojarasca. Van a sucumbir ante las nuevas realidades, tanto aquellos blogs aburridos de la blogosfera independiente o de la blogosfera cubana en el exterior o los mismos periodistas independientes que no sean entretenidos, que no sean acuciosos investigadores de la realidad cubana, como los periodistas de Granma, Juventud Rebelde, Trabajadores, que por una cuestión de imposición son de lo más aburrido del mundo. En uno y otro lado van a perecer ante el clic del lector, porque con solamente un clic ya te dan chao y te pierden para siempre. Ya te decía la gracia, el acto creador, van a dar el pantallazo frente al lector.
LG- En mi opinión, eres el bloguero, el comunicador más sobresaliente en la región oriental de la isla y me atrevo a creer que el mejor bloguero en Cuba… ¿entonces qué te ha aportado serlo? ¿Más conocido? ¿Más publicado?
LFR- Lo que me da cada día es más responsabilidad. No sé, decir que eres el mejor cultivador de arroz de una pequeña provincia de China es insignificante, eso sería como brindarle un terrón de azúcar a Fidel Castro. En el ámbito en que yo vivo hay bastantes comunicadores. Hay personas que desde la valentía y no desde el talento, hacen cosas incluso más importantes que la mía, lo que pasa es que hoy todo es problema de marketing. Estoy en el centro de la pelea entre la Alianza Democrática Oriental como grupo más significativo y las presiones de la policía política, porque soy el que reporta las principales cosas o el que se busca los ámbitos de dónde publicar, de dónde hacer notar que al este del país también están sucediendo cosas importantes y, eso de alguna manera se ve un poco más. Entonces me veo un poco alumbrado por los focos, lo que me ha dado satisfacciones y detenciones, golpizas, todas esas cosas, pero también satisfacciones como las da el lector principalmente.
garvecu@yahoo.com
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