jueves, 21 de abril de 2011
Castronomía de la eternidad
Fidel Castro consume un alto nivel de alimentos macrobióticos enviados en contenedores desde Italia, con el objetivo de apoyar su recuperación y mejorar su estado físico.
martinoticias.com 21 de abril de 2011
Foto: REUTERS Un par de meses antes de que Fidel Castro fuera sometido a una compleja cirugía que lo alejó definitivamente del poder, su médico de cabecera, Eugenio Selman-Housein, había afirmado que el comandante se hallaba en excelente estado y tenía "espíritu, salud y fortaleza para vivir hasta 140 años''.
La afirmación, en boca de cualquier hijo de vecino, hubiera causado risa, pero dicho por Selman, de 80 años, quien era por entonces profesor de Cirugía de la Facultad de Ciencias Médicas de Ciudad de La Habana y presidente del llamado Club de los 120 años, fundado por longevos cubanos en el 2004, era como para tomarla muy en serio.
Por estos días se ha revelado, quizás el secreto de tan larga vida: Fidel Castro consume un alto nivel de alimentos macrobióticos enviados en contenedores desde Italia, con el objetivo de apoyar su recuperación y mejorar su estado físico, según ha asegurado a ELMUNDO.es una fuente de confianza.
Un reporte del periodista Oscar Suárez asegura que "desde mediados de 2008 a Castro se le aplica una dieta diseñada en el Instituto Finlay, de La Habana, con el objetivo de corregir los desequilibrios ocasionados por el tratamiento del cáncer.
Indica Suárez que "aunque la fuente, aportada por el sitio online Universo Increíble, no asegura la posibilidad de que Castro padezca de cáncer, en los últimos años la dieta macrobiótica se ha dirigido a acompañar al tratamiento de esa mortal enfermedad. También ayuda a combatir la ateroesclerosis y contribuye con eficacia para aumentar la longevidad.
El despacho de ElMUNDO.es señala que, según su fuente, en estos momentos Castro no está consumiendo productos de origen animal, con excepción de una pequeña cantidad de pescado blanco.
Explica Suárez en su informe que el diseño de la dieta macrobiótica es preparado por un equipo de especialistas en nutrición del Instituto Finlay de La Habana, encabezado por la Dra. Carmen Porrata, quien sigue atentamente la alimentación de Fidel. Sus recomendaciones son, entre otras, una dieta diaria que incluye sopa de vegetales, arroz integral, miso, rábanos, cebollino, verduras al vapor y té Bancha, una variedad del té verde japonés.
En esta interminable y variada lista de menús, que Universo Increíble recibió de otra fuente, se incluyen sushi de arroz integral con vegetales, e infusiones de achicoria y arroz con gomasio o sal de sésamo, que aporta lecitina, minerales, vitaminas y proteínas. Su consumo estimula la digestión, aumenta la inmunidad natural y es un estupendo reconstituyente.
Sin embargo, la fuente europea asegura que esta dieta está debidamente suplementada con los alimentos macrobióticos que la familia Castro importa desde Italia en contenedores que arriban a la Habana con una alta periodicidad.
Entre ellos figuran riso integrale (arroz integral), grano saraceno, cous cous, orzo mondo (cebada integral), pastas de arroz integral, lenticchie rosse decorticata (especie de lentejas rojas), semillas de girasol italiano, aceite de oliva extra virgen primera prensada y algas de origen japonés wakane, kombu, y kanten, entre otros productos que no han sido cultivados con el uso de fertilizantes, ni han recibido pesticidas.
Concluye el despacho de Suárez asegurando que "para una de las fuentes, la salud de Castro está en un estado de alta variabilidad. Algunos días muestra una excelente recuperación, sin embargo, en otros momentos parece que va a derrumbarse totalmente.
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