martes, 12 de abril de 2011
Zoé Valdés trabaja por una sociedad civil en Cuba
Con su proyecto Cuba Corps fundaría centros de sostén a los padres, y pequeñas escuelas donde se enseñe "el verdadero sentido de la nación cubana".
martinoticias.com 12 de abril de 2011
Foto: EFE/Toni Albir
La escritora cubana Zoé Valdés.
"Lo que nos han borrado, lo que nos reescribieron ellos, mintiéndonos, con una tinta que no era aquella tinta digna, hecha de limón y corteza de árboles, que sirvió a Céspedes, sino la tinta de la infamia"
La escritora cubana Zoé Valdés, exiliada en París, anunció en Miami el proyecto Cuba Corps, del que forma parte como miembro del Grupo de Consejeros.
La iniciativa está inspirada, según sus palabras, en la ardua labor de próceres "como Carlos Manuel de Céspedes, que supo, desde La Demajagua, que los hombres no podían seguir malviviendo esclavizados, que urgía su libertad, que urgía la vida y el conocimiento para que los cubanos pudieran independizarse de manera más sabia, más duradera y definitiva".
El discurso de la autora de “La nada cotidiana” tuvo lugar en el en el Westin Colonnade Hotel y argumentó que el Cuba Corps pretende servir como plataforma que ayude a “construir una sociedad civil futura en la isla”, con un “profundo carácter democrático”, apoyados por disímiles instituciones del exilio, las que han mantenido una cordura y un equilibrio en su firme posición frente a la dictadura, y cuya relación entre ellas es “extraordinariamente productiva y enriquecedora”.
Aseguró la autora que ninguna de estas instituciones, ni este proyecto, tienen ni tendrán nada que ver con una institución oficial del régimen cubano. “Porque el trabajo de Cuba Corps es un trabajo directo con las personas, con los jóvenes, con los niños. Resulta una tarea que requiere de muchos esfuerzos humanos y económicos, pero en el que no se mal-invertiría una sola energía ni una sola moneda, puesto que el objetivo es crear centros diversos en las diferentes provincias y lugares recónditos de Cuba, que sirvan para corregir la mala o ninguna educación que reciben los niños cubanos en las escuelas de la dictadura”.
También dijo que entre los objetivos está fundar centros de sostén a los padres, y crear pequeñas escuelas donde se enseñe el verdadero sentido de la nación cubana, el del mestizaje cultural y su historia real, "lo que nos han borrado, lo que nos reescribieron ellos, mintiéndonos, con una tinta que no era aquella tinta digna, hecha de limón y corteza de árboles, que sirvió a Céspedes, sino la tinta de la infamia".
"Nací, como algunos aquí en esta sala, en 1959, no he visto jamás a mi país libre, y les puedo asegurar que una de las más perfeccionadas torturas de los hermanos Castro ha sido la de borrarnos la conciencia de nuestra diversidad, la de sembrar la ignorancia, la de implantarnos la desconfianza en nosotros mismos, en nuestras capacidades, en nuestros valores. Y por eso repito que urge, urge, lo subrayo, contrarrestar ese crimen, sanar a los cubanos de esa herida, salvar a los niños del horror y de la ignominia", ha dicho.
Zoé Valdés aseguró que se debe empezar, que se debió hacer desde mucho antes, desde el exilio, a contribuir de manera enérgica, de forma discreta, precisa, a que los cubanos recobren la fe en sí mismos, en su propia cultura e historia, "para que dejen de ser personas moribundas, agonizantes, zombis, y vuelvan a ser los cubanos que siempre fueron, los cubanos que son, que existen, aquí en Miami, y también dispersos por el mundo, pero sobre todo en Miami: cubanos y cubanoamericanos que han seguido la tradición de sus padres, que respetan, hoy por hoy -y mucho más que los jóvenes cansados o viciados del interior de Cuba-, la historia de su tierra de origen".
"En lugar de ponernos a esperar a que los de adentro nos inspiren, vamos a inspirarlos nosotros a ellos con un élan vital nuevo. Con la fuerza que todos ellos, exiliados, tuvieron y hemos tenido para hacer de Miami una tierra prometida fértil, competente, triunfante y auténtica; es la fuerza que debemos trasladar a las nuevas generaciones de cubanos que han nacido y crecido en el horror ignoble del castrismo", puntualizó la escritora.
"No estoy hablando y ojo con esto, para nada, de dialogar con el régimen, me refiero a dialogar con el pueblo, con aquellos que enfrentan al régimen: con Idania Llanes, con Sonia Garro, quien desde hace más de un año hizo, con todo riesgo, una pequeña escuela en su casa en la que recibe a los niños de su barrio, con mujeres como Caridad Caballero, o como Sara Martha Fonseca Quevedo, y Ariadna Molina, mujeres como la madre Reina Luisa Tamayo, y todas nuestras madres, y por supuesto, como Martha Beatriz Roque, y Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, el Dr. Oscar Elías Biscet, y otros nombres que no podemos revelar en estos momentos por razones que ustedes seguramente comprenderán".
"Debemos crear una red de confianza que de la vuelta a la isla, todas las veces que sean necesarias, debemos ayudar a romper el miedo, a crear un mapa cambiante en dirección contraria a la impuesta por la dictadura”, subrayó.
“Para eso necesitamos una matriz de información humanitaria, y de mucha sabiduría y cultura para que no nos falle la infraestructura, y de este modo podamos crear algo bello, lo hermoso y útil que siempre ha creado el cubano, en su país primero, y por dondequiera que ha ido, sin dañar a nadie, sin que el sacrificio quede a medio camino; para que, cuando llegue la hora de la justicia, de la venganza con justicia que tanto nos han escamoteado y que nos merecemos, y por fin nos toque el reconocimiento de nuestro dolor, aún no reconocido por el mundo, podamos contar con cubanos fuertes, ávidos, inteligentes, conocedores de nuestra historia y del gran esfuerzo que hicieron sus predecesores, para que ellos pudieran vivir en democracia, con plenas libertades y sentir amor por la vida".
Zoé Valdés concluyó su discurso diciendo: "Yo, que en los últimos tiempos vivo sin vivir en mí, desesperanzada con Aquella Isla, les digo, que probablemente éste no sea el proyecto ideal para tumbar a la tiranía, pero es el proyecto más humano que podemos poner en práctica ya, para que no se trate solamente de tumbar muros poco a poco, de a buchito, sino para que de un golpe seco, los hombres y mujeres de hoy y de mañana, se arranquen de cuajo el terror de sus corazones y puedan salir a las calles a reclamar lo que el pueblo cubano necesita: Libertad, vida, verdad histórica, con conocimiento y reconocimiento".
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