martes, 21 de junio de 2011

Cuba suprimió la iniciativa privada y terminó en la pobreza



Con la excepción de los gobiernos de Cuba y Corea del Norte, a nadie se le ocurre la planificación centralizada absoluta en el Estado y las limitaciones al libre juego del mercado.

Alberto Muller/martinoticias.com 21 de junio de 2011

Foto: Reuters "Donde se suprime la propiedad privada y se ponen obstáculos a la iniciativa del ser humano, deviene el desastre y la involución en lugar del progreso".

La experiencia muestra que donde se suprime la propiedad privada y se ponen obstáculos a la iniciativa del ser humano, deviene el desastre y la involución en lugar del progreso, dijo el economista independiente cubano, Oscar Espinosa Chepe.

Los estudiosos sociales –incluyendo a Marx- tienden a coincidir de que no se puede excluir del avance social en la historia, la pujanza de la iniciativa privada y la persistencia de las luchas obreras, que fueron los elementos que generaron el crecimiento económico -desde el surgir de la modernidad en la historia- tanto para los sectores de los trabajadores, como para los dueños del capital o de las tierras, a pesar de los momentos de explotación en el trabajo de los menores de edad y de los interminables horarios que hicieron recordar algunos residuos de esclavitud.

En el mundo actual, con la excepción de los gobiernos de Cuba y Corea del Norte, a nadie se le ocurre la planificación centralizada absoluta en el Estado y las limitaciones al libre juego del mercado, porque lo que generan es una disfunción de la producción y pobrezas sectoriales agudas.

No tenemos que ir muy lejos para comprobar en China y Vietnam, dos países comunistas de partido único, los avances alcanzados por la iniciativa privada, el capital y el libre juego del mercado, en el desarrollo económico impresionante en ambos países durante los últimos años.

Eso indica que el capitalismo se ha adaptado a las condiciones de una dialéctica de cambios para reordenar sus deficiencias y con ello ha cumplido con la ideas de Marx y Engels, cuando afirmaban “que la burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción y con él todo el régimen social”.

Cuba es un ejemplo práctico de lo que sucede cuando al individuo se le cortan las alas de la creatividad y no puede desplegar libremente su instinto de superación. Esto provoca estancamiento y luego la regresión económica en todos los aspectos sociales, se traduce en miseria, penalidades, degradación e infelicidad de los seres humanos, como afirma Espinosa Chepe.

“El ejemplo de los países nórdicos europeos y de otros, resulta irrebatible”, añade Chepe, “porque los Países Bajos, Suiza y Canadá han desarrollado niveles extraordinarios de riquezas e ingresos por habitante, y mantienen la equidad y la seguridad social más altos del planeta a través de un capitalismo con justicia social, que jamás pudieron tener los fracasados intentos del “socialismo real”.

Está también el relevante caso de Oprah Winfrey, que de origen humilde, a base de coraje y talento, se convirtió para bien de su país en una de la mujeres más acaudaladas del mundo, posición que le permite, al igual que a Bill Gates y su esposa, invertir millones de dólares en proyectos de beneficio social en África y otras regiones atrasadas del planeta.

El gobierno de Raúl Castro, similar al de su hermano Fidel, saben que la economía cubana ha logrado sobrevivir por dos razones básicas: anteriormente por los subsidios millonarios de la Unión Soviética, y en la actualidad por los subsidios y petrodólares de Hugo Chávez.

Venezuela, que sustituyó a la Unión Soviética en la manutención del gobierno cubano, entrega a Cuba unos 6 mil millones de dólares anuales que incluyen 36.5 millones de barriles de petróleo con un valor que supera los tres mil millones de dólares .

Otros subsidios provenientes de Caracas se basan en la paga a Cuba de tres mil dólares mensuales por cada médico cubano, pero como al galeno sólo le dan trescientos dólares, los otros dos mil setecientos dólares son para el gobierno castrista, en una forma disfrazada de salario o subsidio esclavo.

Ante tanta evidencia, no es difícil llegar a la conclusión de que el desastre económico cubano tiene un elemento generador fundamental que es la planificiación centralizada del Estado por más de medio siglo.

Los especialistas de todos los extremos del escenario económico han puesto en duda que las reformas pálidas acordadas en el Sexto Congreso del Partido comunista, como la entrega de tierras en usufructo y la autorización a la empresa cuentapropista, propuestas por el gobierno de Raúl Castro, pueden dar un impulso sostenido a la quebrada economía cubana.

Por todo lo anterior, el economista independiente Oscar Espinosa Chepe concluye que la situación económica es sumamente grave en Cuba y que la gravedad debe empeorar en el 2011.

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