Explosiones

Escrito por Frank Correa


Jaimanitas, La Habana


7 de junio de 2011


(PD) Varias explosiones se escucharon en días pasados en los barrios La Aldea, El Palo y Romerillo, del municipio Playa, cuando el nuevo café ligado con chícharos, que venden normado por la libreta de racionamiento, llegó a las bodegas de la red minorista de comercio y la gente se apresuró a comprarlo para colar.

El nuevo paquete vale un peso menos que el desaparecido café puro, y aunque el embalaje anuncia 50 por ciento de chícharos, la mezcla parece mucho más impura, porque además de no oler a café, cuela con mucha dificultad y tupió numerosas cafeteras, que no soportaron tanto vapor y explotaron.

Recientemente el presidente cubano Raúl Castro advirtió que habría que tomar de nuevo café con chícharos, por no cumplirse los planes de producciones previstos. En su discurso durante el VI Congreso del Partido Comunista, acusó de ineficiencia al sector cafetalero por no garantizar los niveles de cosecha y la mano de obra para la recogida.

Luego de las primeras explosiones, Antonio Castañeda, de 67 años, vecino de Novena y 96, propietario de un punto de reciclaje de desechos sólidos, fue a la tienda de divisas a comprar café Cubita, para ligarlo con el malo y prevenir que le fuera a explotar la cafetera a su esposa Nancy, que es cardiaca.

Luisa, una anciana que no puede vivir sin la infusión dice que pudo colar luego de mucho trabajo, moler otra vez el polvo del paquete y mojar la cafetera cada cierto tiempo debajo del grifo, para bajarle la presión.

El primer estallido ocurrió en casa de Vivian, una mujer que posee una peluquería particular en Romerillo, y atendía en ese momento a dos clientes. A causa del susto, un secador de pelo se rompió al caer al piso y produjo un corto circuito.

Luego estalló la cafetera de Mingo el excluible, repatriado desde Estados Unidos en el año 2003, que en broma salió corriendo de su casa gritando que venían los yanquis.

En la cuadra de Mingo detonaron varias cafeteras a la vez. También se fueron del aire las cafeteras de Joaquina, Luis el manco y una mujer llamada Elisa, vendedora de durofríos.

Cuba fue uno de los primeros productores de café en el mundo, pero la revolución lo acabó, al igual que al azúcar. Y resulta inadmisible que con las mismas montañas en el mismo país, los cubanos para tomar café tengan que ligarlo con chícharos.

beilycorrea@yahoo.es