jueves, 14 de julio de 2011

La profecía de los pastores


Escrito por Manuel Morejón Soler


El Vedado, La Habana


14 de julio de 2011


(PD) La figura del pueblo de Dios como un rebaño de ovejas aparece varias veces a través de la Biblia. Por ejemplo, en el libro del profeta Ezequiel (34:1-4):

“Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar el rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma ni cuidan a la herida, no van por la descarriada ni buscan a la perdida; al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia.”

En esta profecía, los pastores, es decir, los gobernantes de Israel de aquella época, son reprendidos por su egoísmo y falta de cuidado por sus súbditos. Algunos de ellos, pasando por alto su origen, adquirieron riquezas y poder oprimiendo a otros que eran más pobres y débiles. Ezequiel advierte que Dios restablecerá su justicia.

La situación política del pueblo de Israel en aquel entonces era bastante similar a la del mundo de hoy. Detrás de las cuestiones específicamente políticas, vemos a una sociedad cargada de desórdenes, incertidumbres, cataclismos, corrupción institucional, pluralismo religioso, fe en desorden. Puede ser riesgoso aplicar demasiado precisamente a la actualidad lo que ocurrió hace dos milenios y medio, particularmente a Israel; no obstante, el contorno general de los problemas de la sociedad es tan similar hoy que los principios pueden fácilmente ser aplicados.

Dios no cambia. Mañana serán desconocidos todos aquellos que hoy tratan al rebaño del Señor con crueldad y violencia.

Dice en Mateo (7:21-23): “No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad.”

imorejon@gmail.com

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