Por José Alberto Álvarez Bravo/ Hablemos Press.
La Habana.― Las Veladas Ciudadanas son reuniones de ciudadanos cubanos en los espacios públicos, para tratar temas de interés para nuestra nación, sin quebrantar en lo más mínimo el orden público ni las normas de convivencia cívica.
Estas actividades no involucran a ciudadanos en su carácter de opositores, sino a la inversa; durante las dos horas que dura la actividad, el opositor no deja de serlo, pero se conduce en ésta como un ciudadano común, sin proferir gritos, gestos, ni enarbolar carteles alusivos a su condición contestataria. Igualándonos al resto de la ciudadanía, se procura propiciar la interacción positiva con éste.
Todo cubano que así lo desee puede participar en las Veladas Ciudadanas, con independencia de su filiación política o su pertenencia partidista, pero no se utilizarán para promover la agenda de ningún partido o movimiento, ni para elogiar los méritos o el currículo de personalidad alguna.
Todo participante en las Veladas Ciudadanas debe considerarse un humilde servidor de la causa de la libertad de Cuba, concientizando que nadie estará por encima de esta noble causa, con independencia de su antigüedad o veteranía en la labor opositora.
Todo participante posee igual valor, disfrutando por igual del derecho a ser escuchado y a ser tenida en cuenta su opinión.
Tema recurrente en las Veladas Ciudadanas es la tesis sobre la Unidad Posible, en la que se analiza la infructuosidad de los varios proyectos unificadores emprendidos por la sociedad civil durante décadas. La Unidad Posible tiene por base dos requisitos mínimos: ser un ciudadano que quiere mejorar las condiciones de vida del pueblo cubano.
Quedan excluidas las pretensiones autoritaristas de nadie sobre nadie. Todo el poder para la Asamblea de Ciudadanos. En el marco espacio-temporal de las Veladas Ciudadanas no gobiernan los Castro, pero tampoco ningún caudillo opositor, por épico que sea su historial y grande su sapiencia.
Otros temas insoslayables son la imperiosa necesidad del amor, la tolerancia, la inclusión, el respeto a la libertad plena del individuo, la educación y la instrucción cívica.
Las Veladas Ciudadanas intentan contribuir a la formación de un ciudadano apto para convivir en una sociedad libre y democrática, superando en el más breve plazo las secuelas de más de medio siglo de incultura cívica, donde el régimen castrista obliteró los valores inculcados a nuestro pueblo para convertirnos en una masa domesticable y dócil.
Tenemos derecho a los espacios públicos, y no renunciaremos a éste por alto que sea el precio a pagar.
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Roberto de Jesús Guerra Pérez
Director de Hablemos Press
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