domingo, 21 de agosto de 2011

OSCAR ESPINOSA CHEPE: Cuentapropismo de subsistencia




Oscar Espinosa Chepe


“Remesas: Presente y Futuro de la Pequeña Empresa en Cuba” es un interesante estudio de los investigadores estadounidenses Katrin Hansing de la City University de New York y Manuel Orozco del Inter-American Dialogue. El documento explora hasta qué punto los cubanos que reciben remesas están respondiendo a las iniciativas oficiales para ampliar el trabajo por cuenta propia y otros negocios privados.

Se basa en un sondeo realizado en varias ciudades cubanas, el 50.0% en La Habana. Los investigadores trabajaron en una muestra representativa de los diferentes estratos sociales, demográficos, étnicos y regionales de la población. Producto de las condiciones imperantes en el país, las investigaciones no se efectuaron de forma aleatoria en las calles, sino con personas que podían ser entrevistadas en confianza. La muestra incluyó 300 cubanos receptores de remesas.

El estudio se publicó en el número julio-agosto de 2011 de Palabra Nueva, la revista de la Arquidiócesis de La Habana. A pesar de las dificultades que seguramente tuvieron que afrontar los analistas, los datos aportados son de gran utilidad y confirman los criterios que sobre la dinámica del trabajo por cuenta propia especialistas nacionales han estado expresando desde sus inicios. En primer lugar que el cuentapropismo permitido por el gobierno cubano es de subsistencia y no de generación de riqueza, por lo que si se mantienen las actuales regulaciones, tendrá un impacto muy limitado en el desarrollo empresarial y económico de Cuba. A esto contribuyen la insoportable carga de impuestos, la carencia de un mercado mayorista, las limitadas profesiones permitidas, la falta de conocimientos y asesoramiento para desarrollar empresas y dificultades relacionadas con el ambiente burocratizado existente.

Ante la pregunta a los entrevistados sobre las fuentes financieras que podrían complementar su inversión inicial, el mantenimiento del negocio y las garantías disponibles, casi dos tercios respondió que buscarían la financiación en familiares residentes en el exterior, lo que denota la dependencia del cuentapropismo respecto a las remesas. Asimismo, el estudio indica que a pesar de los cambios positivos introducidos en 2009 por la Administración norteamericana en relación con el envío de dinero a Cuba, el monto no ha crecido y se mantiene al mismo nivel anterior, quizás debido a los efectos de los problemas económicos en la Florida, donde vive la mayoría de la comunidad cubana en el exterior.

En el total de las remesas recibidas, el peso específico de Estados Unidos se redujo de un 81.0% en 2005 a un 68.0% en 2010-2011, con el crecimiento de las procedentes de América Latina y otros países en vías de desarrollo, de ellas el 8.0% enviadas por los trabajadores cubanos en Venezuela. España también presenta una reducción del 12.0% en 2005 al 7.0% en 2010-2011 (Goldstein, Josh, Cuba & Remittances).

El interés de las personas receptoras para iniciar negocios resulta también un aspecto importante. Un 43.0% respondió que no van a establecer negocios; un 34.0% expresó interés por abrir un negocio; y un 23.0% manifestó tener ya un negocio. Con buen juicio, los autores del trabajo indican que del 43.0% de los que señalaron no querer tener negocios, muchos cambiarían de opinión, si se facilitaran las condiciones para establecerlos. Entre sus objeciones plantearon la carencia de recursos –capital inicial–, falta de conocimiento empresarial y el inestable contexto político y económico. De las actividades preferidas está la venta de comida un 19.0%, venta y arreglo de ropa un 15.0%, y venta CD-CVD un 8.0% y otras realmente poco relevantes para el desarrollo económico de Cuba.

En cuanto a los dispuestos a establecer negocios, el 44.0% respondió que lo harían si perdieran el trabajo actual, y un 38.0% contestó que su objetivo sería complementar el ingreso actual. Solo un 9.0% contestó que su objetivo sería tener un negocio propio, o sea, ser independiente, de lo cual podría concluirse la precariedad y la característica de subsistencia que tiene el cuentapropismo en las actuales condiciones.

El 70.0% de las personas consultadas que reciben remesas y tienen negocios, se desempeñan sin empleados, y las demás únicamente tienen un empleado, lo cual prueba que el cuentapropismo no ha creado empleo en la medida requerida. Eso ha ocasionado que el necesario proceso de reorganización de la fuerza laboral, originalmente diseñado para despedir a 1.3 millones de trabajadores del Estado en un período de tres años, se haya ralentizado y obligado a la confección de un nuevo cronograma para ser ejecutado en cinco años; prolongándose la incidencia negativa que tienen las plantillas infladas sobre la productividad del trabajo.

También el estudio abarca otros aspectos importantes, como el método tradicional de ahorro usado por los receptores de remesas, los estimados de las cantidades en dólares acumulados, los recursos y ahorros disponibles con sus correspondientes valores. Indudablemente, no obstante las limitaciones afrontadas para realizarse, resulta un esfuerzo válido, que junto a mostrar la importancia de las remesas para el trabajo por cuenta propia, deja al descubierto las debilidades de las concepciones con que surgió. Defectos cuya génesis radica en los propósitos del régimen de que esta actividad esté bien controlada, y en ningún caso pueda ser fuente de libertades económicas estimuladoras de posteriores ansias de liberalización política.

Economista y periodista independiente cubano.

Publicado en CUBANET.



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