
Martes, 11 de Octubre de 2011 00:00
Escrito por Jorge Luis González Suárez
Plaza, La Habana
(PD) Conseguir un excelente libro, como El Principio de Peter, es algo mágico en nuestro país. La obra es un estudio sociológico escrito en forma de fina sátira humorística dedicada al tema de la incompetencia a partir de una ciencia llamada “Jerarquiología”.
El Dr. Lawrence J. Peter y el escritor y periodista Raymond Hull desarrollan una serie de conceptos que demuestran como el hombre especializado en una profesión u oficio, al subir de categoría en su rama o pasar al plano directivo se convierte en un ineficiente trabajador.
El texto está dividido en 15 capítulos que muestran como los seres humanos tienden por idiosincrasia a escalar posiciones. Algunas de estos capítulos poseen títulos tan sugestivos como: “El principio en acción”, “Impulso y ascenso”, Empuje y ascenso”, “Subordinados y dirigentes”, “Jerarquiología política”, “La psicología de la jerarquiología”, “La patología del éxito”, “Incompetencia creadora”, y otros epígrafes similares.
El autor utiliza como recurso usar seudónimos imaginarios para los personajes según la situación que se presente. Ejemplos: Cortés es el superintendente de obras públicas de Buenavilla aunque en realidad hace el trabajo de mensajero que no le corresponde. Otro caso es el del general Buenaguerra, de modales cordiales y sencillos, con desdén hacia las pejigueras de los reglamentos. Al ascender a mariscal de campo y tener que tratar con políticos y generalísimos, le era imposible ajustarse al protocolo necesario.
La obra finaliza con un léxico muy original donde resume la terminología empleada. Entre los variados conceptos están:
“Cociente de madurez”: medida de la falta de eficiencia de una jerarquía.
“Cocineros”: los que hacen el caldo, algunos incompetentes.
“Complejo de Sócrates”: Una forma de incompetencia creadora.
“Éxito”: Colocación final en el nivel de incompetencia.
“Jerarquiología”: Ciencia social que estudia las jerarquías, su estructura y su funcionamiento, fundamento de todas las ciencias sociales.
Así, hasta llegar a más de un centenar de significados inimitables.
No hay nada más parecido a lo planteado por el Dr. Peter que las diferentes situaciones administrativas de toda índole que se suceden en Cuba. Desde hace algo más de cinco décadas, las decisiones tomadas por el alto mando revolucionario han conllevado a una hecatombe peor que un terremoto de gran intensidad. He aquí algunos ejemplos.
Los primeros administradores después de la Ofensiva Revolucionaria fueron trabajadores de diferentes ramas sin preparación para tales labores. Fueron escogidos por su actitud ante el proceso y su dedicación incondicional. La inmensa mayoría tuvieron que ser sustituidos en menor o mayor plazo por su incapacidad y no fueron pocos los casos de malversaciones o acciones contraproducentes que generaron cuantiosas pérdidas de recursos, pero su incompetencia hizo subir a muchos de posición.
Los dirigentes políticos forman otra categorización a tener en cuenta. Recordemos los diferentes nombres que han pasado por cargos de ministro, secretarios del Partido y del sindicato a nivel nacional, cuyo fin ha sido su destitución total. Los casos más recientes son: Carlos Lage, Felipe Pérez Roque y algo más atrás Roberto Robaina. Otros alcanzaron su desaparición física, como el general Arnaldo Ochoa y Antonio de la Guardia, como situaciones extremas.
La nota general en este asunto es que la sustitución o eliminación aparece por verdadera incompetencia, la cual Peter denomina súper-incompetencia o en otros por su competencia frente a la incompetencia de su superior. La regla es que un incompetente se mantenga siempre en su puesto y nunca salga a relucir su falta. Un buen ejemplo es Esteban Lazo: mientras mayor es su incompetencia más sube.
Lamento mucho que este genial sociólogo nunca haya venido a Cuba, de haber estado solamente unos días habría enriquecido de forma notable sus teorías al conocer de primera mano a los mayores jerarquiólogos súper-incompetentes que ha dado nuestra historia. Esto le hubiera dado tema no sólo para escribir un libro como este, sino también para conformar una enciclopedia.
primaveradigital@gmail.com
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