Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Por su impacto negativo en el bienestar de la población, la existencia de la libreta de abastecimiento pone en la picota pública la lamentable gestión económica del gobierno cubano.
Ante tal realidad, el régimen apela a su eficaz arma del secretismo y ha ordenado a sus empleados de la prensa oficial que pasen por alto el cumpleaños de la libreta para que no les recuerde a los cubanos las dificultades de todo tipo que han atravesado y todo lo negativo que enfrentan en su vida diaria.
El 12 de julio se conmemoraron los 50 años de la creación de la libreta de abastecimiento. Por iniciativa del entonces primer ministro, el Dr. Fidel Castro, fue implantada como reacción ante la escasez de alimentos y la precipitada subida de precios en el mercado informal.
Transcurridas cinco décadas se mantiene todavía vigente. Es el peor símbolo del destructor igualitarismo. Pone al desnudo el pésimo desempeño del gobierno cubanos en la economía.
El gobierno cubano no ha sido capaz de lograr la venta liberada de los alimentos que diariamente consume la población cubana.
Abuelos, padres e hijos, la familia cubana toda, los cubanos nacidos y crecidos y muertos en este medio siglo han vivido bajo el estigma más vergonzoso de la libreta de abastecimiento.
El gobierno cubano, en su falso papel de Gran Hermano le dice a la población que nadie está desamparado, que cada mes les garantiza la canasta básica normada con productos subsidiados, pero oculta que estos alimentos cuyo valor per cápita ronda los 0.76 centavos de dólar solo alcanza cuando más para 10 días: el resto del mes cada cual se las tiene que arreglar como pueda...
Los gobernantes cubanos consideran que la implantación hace 50 años de la libreta de abastecimiento fue un acto de justicia igualitaria, al poner fin a la especulación y el acaparamiento con la distribución normada y subsidiadas de los alimentos de la canasta básica. Pero al mismo tiempo, fue la firma de una especie pacto social en que la población "agradecida" les brindaba el apoyo político que necesitaban para su larga permanencia en el poder.
Igual que su predecesor, Raúl Castro, en los seis años que lleva como jefe de Estado y de Gobierno, ante los acusados incumplimientos de la producción agrícola ha continuado con la negativa política de importar arroz, leche en polvo, pollo congelado, granos, trigo, maíz, café, azúcar, aceite comestible, entre otros alimentos.
El pasado año se destinaron 2000 millones de dólares para adquirir estos alimentos para garantizar en gran parte su distribución normada. La mayoría de estos alimentos, sin mayores problemas se pudieran producir en Cuba.
Fue en el gobierno de Raúl Castro que se inició la despiadada política de eliminación de los subsidios y las gratuidades. Guillotina en mano, degüella todo lo que huela a igualitarismo.
Ese es el caso de la libreta de abastecimiento. Cuando Raúl Castro asumió el gobierno en el año 2008, la libreta tenía 28 hojas, pero como consecuencia de esa política, actualmente solo tiene 20 por la imparable supresión de productos.
En estos últimos seis años desaparecieron de la libreta de abastecimiento los artículos de aseo personal. Se le unieron posteriormente el café, los cigarros, los tabacos, la frazada de piso, el vino seco, el vinagre, el pescado y los productos del agro. Se redujo el gramaje del arroz, el azúcar (blanca y cruda), los granos, los huevos, el keroseno y el alcohol.
Para poder bañarse, lavarse la cara y la boca, y completar la dieta de arroz, frijoles, aceite, azúcar, cigarro o tabaco y café, se impone hacer una sola comida, ducharse lo menos posible, ingerir los alimentos hervidos, reducir al máximo el consumo de café y eliminar el pernicioso hábito de fumar. De lo contrario, tendrá que disponer de más de 20 dólares para adquirir estos artículos que se venden en las Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD), los establecimientos estatales de comercio minoristas y en la red de establecimiento particulares. Sus precios oligopolicos, donde están prohibidas la las rebajas, no están al alcance de la mayoría de la población.
La libreta de abastecimiento genera dolores de cabeza al gobierno cubano. Todo apunta a que en estos momentos no existen las condiciones para la eliminación de la libreta. Eso quedó evidenciado en la recién concluida Asamblea Nacional del Poder Popular. El zar de la economía, Marino Murillo, cuando se refirió a diversos temas relacionados con la actualización del modelo económico, parece que olvidó o no tenía autorización para referirse a la libreta de abastecimiento.
Existe una especie de determinismo social en el hecho de que segmentos importantes de la población asumen que con los misérrimos salarios que devengan les es realmente difícil comprar esos alimentos a precios de mercado.
Como resultado de ese fatídico igualitarismo populista, centenares de miles de jubilados y trabajadores a fin de mes lo que devengan no sobrepasa los 14 dólares. Si bien la mayoría de ellos reconocen que con la libreta no se puede vivir, admiten que sin ella tampoco pueden vivir.
Es esa y no otra la razón por la que el gobierno de Raúl Castro no ha guillotinado de una vez por todas la libreta de abastecimiento.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com
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