lunes, 7 de octubre de 2013

El "car wash" más grande del gobierno de Puerto Rico


El "car wash" más grande del gobierno de Puerto Rico

Los vagones del Tren Urbano son sometidos diariamente a una sencilla pero particular limpieza. Vídeo
 
Se le ve aseado mientras discurre entre San Juan y Bayamón, y viceversa.
De hecho, quienes lo ven lo piropean al decir "siempre está limpio". Pero pocos conocen su secreto para mantenerse así.

El “car wash” más grande de Puerto Rico
Conoce el proceso de limpieza de los vagones del Tren Urbano

El Tren Urbano es el transporte colectivo del país que tiene un impresionante andamiaje para su limpieza. Es lo que pudiera llamarse el "car wash" más grande del gobierno o, al menos, el exclusivo para asear el tren que desde el 2000, mueve a 45,000 personas diariamente.
El tren tiene 74 vagones y mantiene en uso 40 a 48 vagones diarios que deben estar limpios no sólo por estética sino por seguridad, dijo el secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas, Miguel A. Torres. "La gente dice 'siempre está limpio'. No es que siempre está así, sino que lo mantenemos así. Si esto cambiara la gente se daría cuenta rápido", dijo el funcionario al tiempo en que recordó que también diariamente y de noche se limpia el interior de cada vagón.
Agregó que esa limpieza del tren es necesaria tomando en consideración que fue una realidad tras la inversión de $2,200 millones y es imperativo preservarlo para futuras generaciones. "Es importante que la gente lo auspicie y sepa de su manejo y no lo vea como algo distante. Hay todo un andamiaje detrás del tren", comentó Torres.
"Cada cinco días se está trayendo la flota. Los lavados son todos los días de lunes a domingo, los siete días de la semana. Aproximadamente se lavan 14 carros (vagones) por día. Puedes tener un cálculo aproximado de 300 a 400 lavados al mes", dijo el gerente de mantenimiento del Tren Urbano, José Cruz.
"En los últimos cuatro años, hemos ejecutado el lavado de 16,777 vagones. Esto te lleva a un equivalente de 4,194 al año y al mes son 350 (lavados)", agregó. 
Contiguo a la estación del tren conocida como la Martínez Nadal, en Guaynabo, se encuentra el "car wash" así como el taller de mantenimiento y reparaciones del tren.
Cada vagón recibe su "baño" una vez a la semana, explicó el gerente de vehículos del Tren Urbano.
A menos de cinco millas el vagón hace su entrada al "car wash" asistido por un conductor, de los seis que tiene el transporte masivo. De inmediato, una leve lluvia proveniente de un tanque de agua ubicado en un lateral de la enorme estación, cae sobre la aleación de acero inoxidable de la que está hecho el tren. Los tanques de agua, dijo Cruz, almacenan 10,000 galones de agua.
Le sigue otra lluvia de agua mezclada con detergente no abrasivo. Dos grandes rodillos azules de 12 pies de alto por cuatro de diámetro rozan el tren y dan vueltas en su superficie para remover sucio, hollín y basura. Luego, se repite la caída de agua limpia. El vagón sale al exterior mojado para secarse al aire libre.  El proceso toma menos de cinco minutos.
"No hay casi gasto de agua porque el sistema recolecta el agua y utiliza la misma que la recolecta y la pasa por un tratamiento especial. En todo el proceso se verifica el PH del agua para mantenerla en óptimas condiciones y para asegurarnos que el tratamiento a la carrocería del tren es adecuado. El sistema sí tiene un proceso donde añade agua porque siempre se evapora agua o se pierde un poco de agua, pero es mínima. El uso de agua no llega a 1,000 galones en una semana", explicó Cruz, quien agregó que en detergente líquido alquilino se usan menos de 55 galones mensuales.
En la limpieza del tren se destinan aproximadamente $19 por dos vagones, según estimó Cruz. 
Mecánica especializada
No solo la limpieza del tren es singular sino su reparación y mantenimiento preventivo. Un grupo de 40 técnicos boricuas se ha especializado en esta faena. "Se prepararon aquí y se adiestran aquí continuamente donde los llevas de un nivel básico a uno superior", comentó Cruz. 
En el taller se les observa sobre grandes andamios que le permiten arreglar la carrocería y el acondicionador de aire que está en el techo. Mientras que fosas debajo del tren son las cabidas perfectas para arreglos mecánicos y el cambio de aceite. El Tren Urbano necesita de una paila de aceite (cinco galones) cada 180,000 kilómetros, precisó Cruz.
"El mantenimiento preventivo puede abarcar de uno a dos trenes por día. El mantenimiento está diseñado de manera que se evite detener el tren. El mantenimiento preventivo va de cosas tan mínimas como limpieza y ajuste de componentes hasta sacar el componente completo, desarmarlo y reemplazar piezas que se estén desgastando", dijo Cruz.
"Todas las noches, cuando se termina el servicio, sale un grupo de personas a hacer trabajo correctivo. Un grupo inspecciona las vías -de punta a punta para que esté en óptimas condiciones", afirmó.
Desde la seguridad hasta el manejo de equipo y materiales está controlado. Es así que hay máquinas -iguales a las que expenden golosinas y jugos- que proporcionan equipo y materiales para trabajar en el tren mediante la contraseña de los empleados para mantener un control de uso. Es así que las máquinas proveen desde guantes, brochas, destirnilladores hasta cinta adhesiva.
Con todo este andamiaje es que casi, casi el Tren Urbano siempre se le ve como nuevo.

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