viernes, 15 de noviembre de 2013

Corrupción y otras secuelas

Antonio Esteban González Ramos
Cuba actualidad, Santiago de Cuba, (PD) Al cumplirse un año del devastador paso por la provincia Santiago de Cuba del huracán Sandy, causante de severos daños materiales e irreparables pérdidas de vidas, lejos estaban sus víctimas de avizorar el fenómeno (no meteorológico) que se cernía sobre ellos.
Un fenómeno compuesto por el burocratismo, la corrupción, el robo y desvío de recursos, la falta de profesionalidad en aquellos que por su cargo u oficio tienen la responsabilidad administrativa de la entrega de los bienes materiales asignados a las familias damnificadas.
Desde el inicio están latentes la mala organización, coordinación y control, lo que dañó la credibilidad de las afirmaciones del Gobierno en cuanto a la asistencia que se proporcionaría, y a su vez creó un estado de opinión condenatorio y la puesta en tela de juicio de dirigentes y funcionarios.
Decenas de miles de familias esperan con ansiedad por la venta de los materiales asignados. La mayoría está en las mismas condiciones que hace un año, y lo mismo ocurre con muchas áreas afectadas, que presentan un aspecto devastador.
El partido y el Gobierno tienen gran responsabilidad, pues las autoridades han mostrado un bajo enfrentamiento ante las manifestaciones de corrupción, lo que ha propiciado el enriquecimiento ilícito de algunos a expensas de la calamidad general.
Algunos manifiestan en la vía pública su opinión negativa sobre dirigentes y funcionarios, a quienes culpan por su situación.
Para Cuba actualidadprimaveradigital@gmail.com

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