LUNES, 03 DE FEBRERO DE 2014 00:50
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Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Bajo el título de "La materialización de una estrategia", Oscar Sánchez Serra, en el periódico Granma del 10 de enero, dio sus apreciaciones sobre el acontecer económico cubano en el año 2013 y auguró un desarrollo ascendente a partir de 2014 y hasta el 2030.
En las páginas siguientes aparecían algunos de estos desarrollos desglosados por meses.
En septiembre se mostraba una foto a continuación del subtítulo "Mejoras en las Casas de Abuelos y Hogares de Ancianos" y se subraya la aprobación de medidas para contribuir a esto, con vistas al cumplimiento del Lineamiento 144, que propone estrategias para enfrentar el rápido y notable crecimiento de la población mayor de 60 años. Entre estas, se considera ampliar las capacidades de ancianos en los hogares o asilos y en las "Casas del Abuelo".
¿Cuánto de esta estrategia se lleva a la práctica?
Los asilos son muy pocos. Los que son estatales no brindan todo lo que necesita el anciano. Tampoco pueden aceptar a todo el que necesite sus servicios.
Las Casas del Abuelo son unos pocos locales con sillones, donde los ancianos pueden almorzar, llevarse algo de comer para la noche y tienen atención médica y algunas distracciones, en un horario que abarca de lunes a viernes desde la mañana hasta la tarde.
Pero no tienen ómnibus que los transporten cuando viven alejados de sus casas.
En la Casa del Abuelo del municipio Centro Habana, ubicado en Espada entre San Lázaro y Jovellar, los peatones ayudan a pasar a los que temen cruzar San Lázaro por la afluencia de vehículos.
No se sabe qué pueda ocurrir con ellos los fines de semana, porque los hay que viven solos: se desconoce cómo resuelven la alimentación y otros cuidados.
No todos los abuelos tienen hijos y nietos en el extranjero que les envían ropas, medicinas y hasta alimentos. Los hay postrados que viven solos y el trabajador social apenas tiene tiempo ni condiciones materiales para atenderlos como es debido.
Los asilos no reciben a quienes no se pueden valer por sí mismos.
Ser viejo en Cuba es una tragedia sin solución.
Se han creado abastecimientos fantasmas de culeros desechables. Son desviados al mercado negro y nunca llegan a los necesitados. La respuesta es que no hay en existencia. Son frecuentes las tarjetas con nombres de fallecidos y otras violaciones, que atentan contra la economía de los parientes o amigos que se solidarizan con estos casos, a los que pertenecen los postrados, que deben además recibir una dieta de leche entera y pollo que muchos desconocen.
"Cuando cobro la chequera, tengo que pagar el refrigerador, y comprar las medicinas que tengo que tomar todos los días. No hay rebaja, algunas son caras. La electricidad el gas, el agua, el teléfono, y lo poquito que me dan en la bodega... Ahí se va casi todo el dinero. No tengo familia que me ayude y me da miedo irme para un asilo, viviré así hasta que Dios quiera", dice una anciana de 75 años, del municipio de Centro Habana.
El cuidado de los ancianos debiera ser una tarea de primer orden. Si en el periódico Granma aparece en el noveno mes, en la vida diaria está a un nivel todavía más abajo como si no fuera imprescindible este servicio que ha dividido mucho más las relaciones familiares, al crear tirantez entre quienes tienen que ir a trabajar y dejan encerrados a sus familiares, o los dejan a expensas de accidentarse o necesitar una ayuda y no tener quien se las dé.
Quienes aún están fuertes pero ya no son jóvenes reciben, a modo general, pocos cuidados, por una razón u otra. Cuando aparecen los familiares casi siempre es por el interés de adueñarse de la vivienda una vez que fallezca el propietario, eso, si no es heredado en vida.
En comunicación con personas que viven en asilos o que van parte del día a las Casas de los Abuelos, se observa la falta de afecto que poseen, lo desvalidos que se sienten y lo vulnerables que son a escala social, esos que en su momento proporcionaron con su esfuerzo y dedicación parte de sus vidas al desarrollo de la sociedad.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.com
Foto: Aimee Cabrera
Ancianos
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