jueves, 23 de octubre de 2014

Asistencia Social vela para quitar lo poco que da

Asistencia Social vela para quitar lo poco que da

347_asistenciaCuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) En Cuba, las personas con discapacidades y enfermedades mentales sufren por partida doble las continuas carencias y el mal trabajo de las instituciones que se supone deban velar por ellos.
Hay funcionarios de Asistencia Social que están al tanto de cuánto dinero entra en las casas donde residen estos enfermos para rebajarles o quitarles la magra chequera que nunca logra ser un alivio para quienes tienen que cuidarlos.
En la sección Acuse de Recibo del periódico Juventud Rebelde del 14 de octubre aparece la queja de una mujer de 68 años nombrada María Peña, quien reside en Avenida 31 No 3218 en el poblado de Candelaria, perteneciente a la provincia Artemisa.
Aún trabaja y gana un salario de 277 pesos (unos once dólares) al cual le hicieron un aumento en mayo del presente, que no se sabe a cuánto asciende pero no debe ser relevante.
Uno de sus hijos, de 45 años, es retrasado mental y esquizofrénico y sufre además un problema de la cadera por el que tuvo que ser operado para que le pusieran un soporte metálico.
El padre del enfermo es un jubilado del ejército, pero no se menciona cuánto percibe y si reside con ella.´
María Peña alega que sus hijos la ayudan en lo que pueden, pues tienen sus propias familias que atender.
El padre del enfermo no lo atiende.
Ella es considerada una persona con ingresos económicos y familiares suficientes como para no recibir más los 221 pesos (cerca de 9 dólares) desde el año 2012.
Una exhaustiva investigación detectó además que recibió una prestación monetaria de 147 pesos (alrededor de 6 dólares) lo que para Asistencia Social es inaudito, porque “la familia tiene que ayudarla”.
Por esa razón, María Peña tiene que presentar documentos probatorios como la historia clínica que avale las enfermedades de su hijo discapacitado y de ella quien, por su edad, aunque aún trabaja (es recepcionista) clasifica como “adulto mayor”.
¿Qué culpa tiene esta señora de que la familia no pueda o no quiera ayudarla? Si trabaja es porque le hace mucha falta lo poco que recibe.
Para una mujer de casi 70 años que cuida un enfermo de tales características, resulta muy difícil resolver la alimentación, las medicinas, la ropa y otras necesidades que no se pueden costear ni aunque ella ganara 1000 pesos o su equivalente, 40 CUC.
¡Cuánto trabajo pasan estas familias con enfermos postrados o dementes! ¡Qué poco les ayuda Asistencia Social!
Al contrario: inspeccionan al detalle para quitarles lo poco que da en algún momento, apoyada por el vaivén de las leyes que son derogadas o entran en vigor, pero nunca para amparar.
No es de sorprender entonces que inescrupulosos funcionarios de Asistencia Social disfruten las chequeras de los fallecidos y cometan otros desmanes que empañan por completo la imagen de la institución.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es

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