José Lorenzo Fuentes…
Importante escritor cubano, radica en el exilio y siempre mantuvo su compromiso con la causa de los derechos humanos en Cuba. Mención de honor en Concurso Casa de las Américas 1968.
lunes, octubre 13, 2014 | Luis Cino Álvarez | 0 Comentarios
LA HABANA, Cuba -En el año 2008, el escritor cubano exiliado José Lorenzo Fuentes en una entrevista con el poeta y periodista Manuel Díaz Martínez, afirmó que sus imaginarios pueblos Maguaraya y Mabujina aparecieron antes que el Macondo de Gabriel García Márquez.
En aquella entrevista, José Lorenzo Fuentes dijo: “Ha sido un error de la crítica señalar que los pueblos imaginarios que aparecen en algunos de mis libros -Maguaraya o Mabujina- nacieron después de hacer su aparición Macondo, la versión garciamarquiana de un pueblo que no puede encontrarse en el mapa, como el Comala de Juan Rulfo, por ejemplo. García Márquez es un escritor a quien mucho admiro y respeto, que además es mi amigo de años, pero debo decir la verdad, el primer pueblo imaginario que yo concebí, Maguaraya, que por supuesto, no puede ser localizado en el mapa cubano, vio la luz por primera vez en la revista INRA (abril de 1960, año I, número 4), es decir, siete años antes de que Macondo apareciera en Cien años de soledad. Además, Maguaraya le da también título a un libro de cuentos que me publicó en 1963, cuatro años antes, la editorial de la Universidad de Las Villas, entonces dirigida por Samuel Feijóo. El siguiente pueblo, Mabujina, apareció en mi libro “El vendedor de días”, bajo el sello de la editorial Letras Cubanas, en 1967, el mismo año en que se comenzó a saber de Macondo”.
José Lorenzo Fuentes incurría en un error. Macondo, el equivalente latinoamericano del Yoknapatawpha faulkneriano, no apareció por primera vez en “Cien años de soledad”, en 1967, sino en “La mala hora”, que fue publicada en 1955, es decir, cinco años antes de que Maguaraya viese la luz en el cuento publicado en la revista INRA en 1960.
No tener la primacía en la cuestión de los pueblos imaginarios en la literatura latinoamericana no quita mérito a José Lorenzo Fuentes: por su imaginación desbordada y el empleo de artilugios poéticos para nombrar la realidad, su narrativa ha sido comparada por algunos con la del Gabo.
José Lorenzo Fuentes nació en Santa Clara en 1928. Su libro de cuentos “Después de la gaviota” obtuvo mención de honor en el Concurso Casa de las Américas de 1968.
José Lorenzo Fuentes, que se considera un escritor del Boom de la narrativa latinoamericana a pesar de que no gozó de sus beneficios, tiene méritos extraliterarios de los que casi no se habla.
En junio de 1991 fue uno de los firmantes de la Carta de los Diez, un documento que habló sin cortapisas y puso los puntos sobre las íes a la dictadura. Un gesto, más que cívico, heroico. Le valió, como al resto de los intelectuales firmantes, todo tipo de represalias hasta que finalmente tuvo que marchar al exilio.
Pero más valiente que el acto de firmar aquella declaración fue la invariable amistad y el apoyo que José Lorenzo Fuentes y su esposa Lida (fallecida en el exilio) siempre brindaron a la poetisa María Elena Cruz Varela, la autora de la carta. Con todo lo que implicaba la proximidad a la poetisa disidente, cuyo edificio en Alamar fue vigilado y asediado a toda hora por los esbirros de la policía política y sus chivatos y porristas, hasta que finalmente se la llevaron presa.
En aquellas circunstancias, muchos comentaban que había que estar loco para ser amigo de María Elena Cruz Varela y visitar su apartamento. No obstante, Fuentes y Lida no dejaron de hacerlo.
Después de todo, José Lorenzo Fuentes ha advertido que él, como todo escritor, no es “un ser totalmente normal”. Lo dijo en aquella misma entrevista de hace seis años a su amigo Manuel Díaz Martínez, otro de los firmantes de la Carta de los Diez.
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