martes, 22 de septiembre de 2009

Cuba y el Socialismo del Siglo XXI



Víctor E Sánchez
Periodista Independiente
victorernestosanchez@ymail.com

SANTIAGO DE CUBA – septiembre 22, 2009 (www.aplopress.com) Los acontecimientos de América latina, la realidad política de los Estados Unidos y la oposición cubana: desvertebrada políticamente como causa democrática, ponen el futuro de Cuba en las manos del tenebroso camino del Socialismo del Siglo XXI.

La muerte de Juan Almeida, como bien señalara un colega nuestro, fue una clarinada para la envejecida nomenclatura gobernante en Cuba. La estrategia de esa casta por 50 años ha sido mantener una cerradas todas las vías de acceso a la cúpula. Incluso con la desaparición física o defenestración de aquellos que ayudaron a escalar la cima del poder en un momento dado. Sin embargo, ya Raúl Castro reconoció la necesidad de cambiar el viejo socialismo, el que se le atribuye a Moscú, por un socialismo más moderno, que aunque no le puso nombre, todos sabemos que se refiere al Socialismo del Siglo XXI.

¿Cuáles son las razones para hacer cambios en un sistema que para los propósitos del poder ha funcionado perfectamente? Sencillamente – intereses -. Lo único que favorece cualquier negociación.

Raúl Castro le ha tomado el pulso a la situación, sabe que le queda el tiempo justo para realizar un proceso de transición política acorde a sus intereses. Una demora más allá de sus límites de control podría coincidir con un desplome del sistema, que comprometa la fortuna de la familia Castro y su preponderancia política en el país.

La decisión de Raúl Castro de reformar el sistema, puede ser repentina, pero la estrategia de llevar a América Latina a una versión refinada del socialismo, parte del Foro de Sao Paulo, que aunque Cuba era parte de su conformación, no estaba en sus planes tener que aplicarlo en su propio territorio.

El éxito alcanzado en Venezuela, donde Hugo Chávez ha logrado establecer los mecanismos de esta nueva modalidad política: el Socialismo del Siglo XXI, ha sido el detonante para que se expandida rápidamente en la región, debido a su principal atractivo, la reelección presidencial indefinida.

La capacidad estratégica de la izquierda, que protagoniza el Socialismo del Siglo XXI, no se puede menospreciar. El sistema funciona y se rige por una serie fundamentaciones filosóficas y psicológicas, llevadas a cabo por personas muy bien preparadas, que hacen que en países tan volátiles políticamente como Bolivia, un presidente sin ninguna preparación pueda sostener al poder.

El régimen cubano, de gran aceptación por la izquierda latinoamericana, como sistema de gobierno tiene que ser maquillado para enrolarlo en el contexto del resto del continente. Cuba como país, hay que convertirla en un país igual a los demás, donde todo transcurre con gran normalidad. El arte y la cultura, es un gran hilo conductor para llevar este mensaje y esa la razón por la que se utilizó a Juanes para que celebrara un concierto tan ambiguo, como un concierto por la paz en Cuba.

Estados Unidos es una plaza muy importante, sino a conquistar, al menos a neutralizar. El mecanismo para cambiar la correlación de opinión en la comunidad norteamericana ha sido reforzar su intelectualidad y académicos con personal militante de calle. Con este propósito se ha alentado la inmigración de Estados Unidos, incluso la cubana.

Una emigración cubana de últimas generaciones, como es natural está compuesta de personas más jóvenes, con intereses que pueden ser utilizados para incentivarlos a asumir una posición de conveniencia. Esos intereses personales, no necesariamente tienen que estar en concordancia con principios democráticos o valores patrióticos. Esa nueva composición migratoria, junto a la juventud cubano-americana radicada en los Estados Unidos tienen como misión ocupar los espacios del exilio histórico, que la edad y su percepción de la realidad cubana los invalida estratégicamente.

Las condiciones para comenzar a introducir el Socialismo del Siglo XXI en Cuba están dadas: la voluntad estratégica del régimen para hacerlo; una composición política en América Latina favorable; los Estado Unidos bajo una administración proclive a esa ideología y una oposición interna sin preparación y estructura política.

En un proceso electoral, que sería uno de los principales elementos del Socialismo del Siglo XXI, que se introduciría, nuestra oposición no está preparada para enfrentarlo. La falta de pluralidad durante 50años la llevaría a presentarse en disímiles partidos que perderían de hecho frente a la maquinaria gubernamental. Aunque es un fenómeno que se viene presentando en países como más cultura democrática y acostumbrados el juego electoral, como vemos en Bolivia, que irán 7 candidatos frente a Evo Morales, en las elecciones del próximo Diciembre.

Si la oposición cubana quiere salir triunfadora en su próximo reto, enfrentarse la maquinaria del Socialismo del Siglo XXI, tiene que comenzar a organizarse desde ya, y diseñar una estrategia común, como las Primarias de Oposición.

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