Miguel Martínez Guerra
Periodista Independiente
miguelmguerra@rocketmail.com
CAMAGUEY, 30 de septiembre, 2009 (camagueypress.blogspot.com) La televisión cubana anunció hace alrededor de 15 días la apertura de un debate nacional que se extenderá hasta el 15 de octubre próximo. Los temas a abordar serán muy variados, principalmente en busca de soluciones a los problemas específicos de cada lugar. Aunque se anima a la participación, alegando que se respetarán todas las opiniones, aunque que puedan aparentar discrepantes, el escepticismo es grande.
La opinión de muchos opositores aquí en Camagüey es que esto es más de lo mismo, que cualquier planteamiento que se haga es marcarse y una provocación. Un recorrido por distintos puntos de la ciudad donde se concentra la población: una cola obligada de jubilados para recibir los servicios del banco, los estanquillos de periódicos, el mercado agropecuario, la cola del pan, la parada de ómnibus y hasta en los puntos de control en las carreteras, se hablaba discretamente sobre el tema.
En la esquina de mi casa, donde realizamos frecuentes tertulias, José Ignacio Carrazana, un vecino de la cuadra nos decía: “Ya eso se hizo una vez, cuando el llamamiento al 4to. Congreso del partido y fueron tantos los planteamientos contrarrevolucionarios, que enseguida hubo que suspenderlo. Al pueblo no se le puede dar la palabra, cuando a la gente se le permite hablar no hay quien la pare”
Carrazana, como lo conocen todos, es una persona mayor, fundador del Partido Comunista y no ha vivido otra cosa que la propia disciplina del partido. Tony - un muchacho del bario - dice que Carrazana está enchapado a la antigua. El no se ofende, pero dice que Tony habla así, porque no sabe por la que él pasó. Aunque se producen pocos argumentos, el debate callejero va a ser más franco y espontáneo, que el debate oficial.
La oportunidad pudiera ser buena, para que la oposición interna aprovechara este aparente marco legal para dar a conocer sus planteamientos. La oposición pudiera darse a conocer en contacto con la población y ser más afectiva en su trabajo, que hasta la fecha no ha conseguido proyectos vinculantes con las masas.
Aunque he escuchado algunas noticas por Radio Martí, del avance de los municipios de oposición, aquí en Camagüey, la iniciativa parece estancarse. Los integrantes de esta estructura organizacional, sería la perfecta para liderar los debates. Aunque todos los opositores y activistas políticos tienen la obligación moral de participar, si quieren tener voz y respeto en un futuro cercano en un proceso de transformación democrática.
No sé, cómo se haya interpretado esta oportunidad de debate público en el exterior. No he escuchado ningún llamamiento a participar, ni tampoco de los líderes de la oposición interna, pero es una gran oportunidad la que se pierde, si no se participa. En un país que todo es cuestionable y que la población necesita quien tire la primera piedra para manifestarse.
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