Por: Prof. Ing. Félix Antonio Bonne Carcassés.
De la Secretaría Pro Témpore.
La situación sociopolítica y económica de Cuba continúa deteriorándose. El ex presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias sigue muy vigente con su política demoledora sobre el pueblo que ha esclavizado durante medio siglo. Sin embargo no ex primer secretario del Partido Comunista, sino un imperturbable artista de la reflexión.
Como paradoja del precepto constitucional acerca del PCC como fuerza dirigente superior de la sociedad y el estado cubano su últimas reflexiones han estado enfocadas al cambio climático, el malogrado protogolpista Manuel Zelaya, al presidente Obama, pero nada sobre el colapso alimentario en que se ha sumergido Cuba, ni el gravísimo problema del transporte urbano, que ha vuelto significativamente a empeorar, ni la demostrada insuficiencia de lo salarios, como se demostrará en el ayuno forzado que a partir de Octubre protagonizaran los trabajadores a los que acaban de suspenderles sus comedores obreros y tienen que salir en masas para la calle en el horario de almuerzo para sobrevivir con una pizza, o un prú.
Nada se reflexiona tampoco acerca de los impagos a los productores, sobre todo a los campesinos, que según anunció el periódico Granma ya alcanza la cifra de dos millones de pesos.
Nada se dice acerca de la insuficiencia de la recogida de deshechos sólidos en la capital, un foco de infecciones que trae pandemias. Recemos porque ningún huracán se avecine por este país, los remolinos de basura serán peor que la lluvia y el viento.
La disidencia debería hacer un esfuerzo supremo, digamos que final, a fin de minimizar los diversos problemas internos que nos afectan. La Agenda para la Transición Cubana tiene este tema como máxima prioridad. Además tiene las puertas abiertas, como todo parlamento que se respeta, para el que quiera poner el ara de la patria por delante de cualquier fin personal.
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