jueves, 19 de noviembre de 2009
ZAPATERO SIN ZAPATOS.
Negociar con un estafador trae la inevitable consecuencia de perder. El estafador haciendo galas de una maldad indescriptible, se viste de cordero para poder cometer su felonía y con estas mañas; suele engañar a su víctima. Cualquiera puede ser timado. Lo que no es comprensible, es que alguien pueda tener la esperanza de promover la benevolencia de un estafador. Así le está ocurriendo al gobierno español de Zapatero con el gobierno cubano; aunque a decir verdad, no es el único que está cometiendo ese craso error.
Los Castro tomaron el poder en 1959 convenciendo a todos con la promesa de una revolución democrática y más verde que las palmas. Acto seguido despojaron a los pobladores de cuantas propiedades tenían. Los extranjeros sufrieron una perdida enorme; pero a los cubanos nos fue peor, pues además perdimos la libertad, los derechos y hasta la esperanza. Cuando logramos despertar, ya era tarde, estábamos desnudos en la trampa del totalitarismo comunista. Como consecuencia sobrevino la miseria, porque los estafadores son ineficientes para producir.
Cuba vivió de los rusos durante décadas. Ellos nos vendían el petróleo a bajo precio para que lo revendiéramos, y pagaban nuestra azúcar muy por encima de su precio, dicho de otras maneras, nos mantenían. No obstante la deuda para con ellos creció notablemente, tanto que era impagable y en 1979 nos la condonaron. Volvió de nuevo la deuda a ser tamaña y cuando la intentaron cobrar a principios del nuevo siglo, los Castro le presentaron una demanda por incumplimiento de contratos según la cual; era Rusia la que estaba en deuda con Cuba.
Poco después Fidel Castro hablaba de un crecimiento económico, que se basaba no en la producción del país; sino en sus relaciones con China y Venezuela. Parecía como si dijera: “tengo un puntito ahí del cual vamos a vivir” Y así fue, Venezuela ocupó el lugar que antes tuvo Rusia.
Los cubanos hemos seguido siendo víctima de este régimen estafador. Los que viven en el exilio siguen siendo expropiados, al heredar el gobierno en su lugar las pocas propiedades que subsisten como la vivienda; luego son esquilmados en el envío de remesas de las cuales el 80 % va a parar a las arcas del estado por conceptos de impuestos en el cambio y en valor agregado sobre los precios al consumidor. A los que vivimos en el patio no se nos paga o se retiene el 90 % del salario que remuneran los empresarios extranjeros, con la complicidad del silencio tácito de estos.
Pero los extranjeros que se hacen cómplices del gobierno estafador que nos abusa, terminan siendo estafados de una manera u otra. Con algunos contraen una deuda que les resulta incobrable, a otros le congelan las cuentas bancarias y no pueden sacar su dinero. Tampoco faltan los casos en que resultan virtualmente expropiados, pues terminan enredándolos en algún problema de índole legal.
Si de Derechos Humanos se trata, o de violación de las libertades públicas, represión, espionaje y otros desmanes; no solo los cubanos somos víctimas, el acto maligno daña al mundo en general. Además del historial de guerrillas en América que le ha costado muchas vidas al continente. Está la confabulación de este régimen con todos los gobiernos bandoleros del mundo. También con los grupos terroristas entre los que se encuentran de forma reconocida la ETA vasca y el IRA irlandés.
La actividad de los Servicios de Inteligencia cubano (DGI) es de temer. En España está el centro de las operaciones europeas. ¿Se puede creer que no dan algún tipo de apoyo a sus amigos etarras? Allí la embajada cubana se reúne con quien quiera y le invita a todo tipo de actividades. Sin embargo acá sus homólogos peninsulares no pueden hacer lo mismo. Es una política de guapetón de barrio que los países democráticos toleran sin chistar, cosa que debía avergonzarles.
Para nosotros España es muy importante porque representa nuestra Madre Patria, pero es menester que el gobierno del presidente Zapatero, cambie su postura hoy lastrada por la mezquindad de garantizar los intereses de un grupito de inversores. A cambio suele llegar hasta la humillación cediendo en cuestiones de principios: su canciller Moratinos desdeña a los familiares de los presos políticos, que padecen un calvario de privaciones y malos tratos; sin embargo se reúne con familiares de los espías, personas privilegiadas quienes suelen viajar el mundo. Esto, nos ofende.
La libertad de uno o dos presos a cambio de tales menosprecios, mientras España ayuda a nuestro gobierno en la Unión Europea despejándole el camino de aceptación para perpetuar el totalitarismo; nos resulta una dádiva que sabe mal. El cuento de asegurar la presencia en el lugar del CAMBIO para beneficiarse, no resultará provechoso si se promueve el resquemor del pueblo cubano.
El actual gobierno español promovió una política de debilidades de la Unión Europea que no augura nada bueno. Primero suspendieron las sanciones de 2003, luego la derogaron en función de un instrumento que tampoco prosperó. Ahora está promoviendo la suspensión de la posición común a cambio de que Cuba firme cierto compromiso, que nunca cumplirá como ya es su costumbre. Negociar con los delincuentes, es exponerse a perderlo todo a cambio de nada. De continuar por este rumbo el presidente Zapatero es probable que pierda hasta sus zapatos.
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