lunes, 1 de febrero de 2010

Grupos de ayuda reparten cupones "sólo para mujeres" en Haití




Cubamatinal/ Trabajadores humanitarios en Haití comenzaron a repartir cupones alimentarios sólo para mujeres, en una nueva fase de distribución de ayuda que esperan sea más humana y ayude a los más débiles y a las familias a recibir las provisiones que necesitan.


Puerto Príncipe, 31 de enero/ AP/ En el desorden luego del terremoto catastrófico del 12 de enero, los hombres jóvenes muchas veces empujan para llegar al frente de las filas de entrega de ayuda y a veces directamente roban las provisiones de otros. Así, los más necesitados suelen quedarse sin nada en los improvisados centros de distribución, según los grupos humanitarios.

A partir del domingo, las mujeres podrán cambiar los cupones del Programa Mundial de Alimentos por 25 kilogramos (55 libras) de arroz por familia en 16 puestos de distribución de la capital.

Los funcionarios de Naciones Unidas dicen que aún siguen lejos de entregar ayuda alimentaria a los dos millones de víctimas.

En tanto, agencias federales de Estados Unidos se esforzaban para explicar la suspensión de las evacuaciones de haitianos gravemente enfermos a ese país, en medio de una disputa sobre dónde deben ser tratados.

"Tenemos 100 pacientes en estado crítico que morirán en los próximos uno o dos días si no los evacuamos", dijo el doctor Barth Green, presidente del Instituto de Salud y Desarrollo Comunitario de la Universidad de Miami.

Una de esos pacientes era Betina Joseph, de 5 años, que contrajo tétanos por un corte en un muslo. El sábado, los doctores dijeron que tenía 24 horas de vida si no la conectaban a un respirador artificial.

La Casa Blanca dijo que estaba intentando incrementar la capacidad de los hospitales en Haití y en el barco USNS Comfort, al igual que en territorio estadounidense. El embajador de Estados Unidos en Haití, Kenneth Merten, dijo que 435 víctimas habían sido evacuadas antes de la suspensión y que estaba "seguro que el Departamento de Defensa quiere hacer lo correcto".

Los funcionarios humanitarios enfrentaban una crisis sanitaria creciente que podría propagar el paludismo, el cólera y otras enfermedades mortales en el caos de los campamentos de desplazados.

Con cerca de un millón de personas sin hogar por el sismo, la falta de comida, agua limpia, refugio adecuado y letrinas crea un caldo de cultivo para las epidemias.

El sábado, un solo retrete portátil se había instalado en un extenso campamento de unas 2.000 personas, lo que obligaba a muchos a recurrir a un canal que corre junto a una zona donde los vendedores preparan alimentos y las madres tratan de bañar a sus niños.

El hacinamiento y los charcos de agua sucia que atraen a los mosquitos han comenzado a difundir enfermedades como el dengue y la malaria, que ya eran endémicas en el país caribeño. Algunos hospitales dicen que la mitad de los niños que tratan tienen malaria, aunque la temporada de lluvias _cuando hay más mosquitos_ no empieza hasta abril.

El domingo, diez estadounidenses seguían detenidos tras intentar cruzar la frontera hacia la República Dominicana con 33 niños en un autobús, presuntamente sin los documentos correspondientes.

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