CUBA ES EL ÚNICO PARTIDO

Por Osmar Laffita Rojas

Capdevila, La Habana, 1ro de abril de 2010 (PD) Los gerontócratas cubanos no esperaban la poderosa y firme respuesta de las fuerzas prodemocráticas ante el alevoso crimen cometido contra Orlando Zapata Tamayo y la huelga de hambre que lleva a cabo Guillermo Fariñas.

Estos acontecimientos han contribuido a que se produzca un acelerado proceso de recomposición de los diferentes discursos de las fuerzas prodemocráticas que demuestra que los ciclos de improvisación y la etapa de aficionados de la oposición cubana han quedado atrás.

Contrario a lo que la gerontocracia piensa, la determinación opositora no es un ejercicio de saldar cuentas, porque precisamente este es el momento de construir y perdonar para superar los daños que los gobernantes cubanos han ocasionado a la nación.

Lo que tiene desconcertados a los ancianos gobernantes es que tanto en el caso de Zapata Tamayo como en la huelga de hambre que lleva a cabo estoicamente Guillermo Fariñas, a pesar de la campaña de descrédito y calumnias que la prensa oficial ha desatado contra ellos, uno y otro se han erigido como los más dignos exponentes de la lucha pacifica contra el gobierno cubano.

Es por ello que ahora más que nunca, todos los hombres y mujeres que le tributan respeto a la libertad y la democracia, no importa el lugar en que se encuentren, los secundan. No hay fanatismo alguno y en último caso, de existir, estaría dirigido al noble propósito de trasformar a Cuba en un país mejor para todos.

Para lograr esto, es impostergable el aporte de todos los cubanos, tanto de dentro como fuera de Cuba, sin excluir a nadie. Precisamente en estos momentos de definiciones, las mentes más sensatas y pragmáticas deben asumir que sólo alcanzarán sus metas políticas si consideran que Cuba es el único partido. Esa es la mejor manera de hacer justicia con la historia. De esa forma y no de otra, se asegurará el mejor futuro para todos.

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Foto: Marcelo López