Por: Ivan Sañudo Pupo,
ALAS.
Se le acabó el caché a la zona residencial de Miramar, caracterizada por más de 50 años por sus lujosas casas y refinadas familias, mayoritariamente poblada por embajadores, diplomáticos y consagrados funcionarios de la dictadura comunista. Es un solar marginal de los que abundan en los municipios que habitan los cubanos de a pie.
La calle 5ta avenida identificada por su limpieza y su silencio, hoy la invade la chusma comunista. Cada domingo las Damas de Blanco van a misa en la iglesia de Santa Rita de Acacia, a pedir por sus familiares, victima de la represión estatal y al estilo del más refinado fascismo son humilladas y ultrajadas.
Las brigadas de respuesta rápida, que actúan con total impunidad, son alentadas por el engranaje represivo de la policía política, para molestar a estas valerosas mujeres y a todo aquel que comparta su forma de lucha.
Mercenarias, vende patria, prostitutas, lesbianas, cochinas, son algunas de las expresiones que se les puede escuchar, estas salen de las bocas de los militantes partidistas, son frases sacadas del diccionario comunista.
En una barriada que se vende incólume, se gesta la más bárbara agresión a la modestia y la decencia, al derecho de expresión y de movimiento. Ahora sí, esta represión es vendida, avala en la militancia comunista y tambien lleva una merienda ligera para que sus perros incondicionales mantengan sus fuerzas.
El clan de los Castro desdibuja el derecho constitucional de todos los ciudadanos y solo a los dilectos les dan luz verde. Por el rumbo que está tomando la política comunista, es muy posible que se ahogue en su propia mierda, pero mientras esto sucede ciudadanos luchadores por la democracia corren un inminente peligro.
Ya no queda en Cuba zona residencial, hoy toda la patrias es un vulgar solar, lleno de odio y rencor, es lo que inculcan Fidel y Raúl.
ronnysay13@yahoo.com
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