viernes, 2 de abril de 2010
La muerte anduvo cerca.
3:57 PM | Publicado por Edit® | Editar entrada
Por Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero, desde la prisión Cerámica Roja dicta los textos.
Camagüey, 30 de marzo/ www.cihpress.com. — La negligencia, la insensibilidad y la corrupción se conjugan en el actuar de los militares y el personal de la salud en la prisión provisional Cerámica Roja, poniendo en peligro la vida de un recluso de nuevo ingreso.
Delvis Díaz Díaz, de 24 años de edad, natural del municipio Florida, ingresó en el día de ayer dispuesto a cumplir 10 meses de cárcel, sancionado por un supuesto delito de amenaza.
Este joven padece de epilepsia crónica y trajo consigo sus medicamentos y documentos médicos oficiales que amparaban el uso de los mismos. De nada sirvió que implorara y suplicara, asegura Delvis.
Los funcionarios del orden interior que lo recibieron incautaron los medicamentos desestimando la legitimidad de los mismos.
En horas de la noche en el local infrahumano de encierro a que fue asignado en total insalubridad y hacinamiento le sobrevino la crisis epiléptica y el funcionario de guardias, alias El Pinto no aparecía.
Las convulsiones aumentaron y en la posta médica no había médico de guardia. Remitido por una enfermera al hospital y mientras la vida se le iba tampoco existía ambulancias ni un vehículo para asistir en casos de urgencia.
La muerte anduvo cerca, manifiesta el enfermo ya recuperado. Su falta de experiencia, y su noble carácter todavía le impide percibir el peligro que corre su vida y cuanto deberá enfrentar a la guadaña de la parca dentro de esta cárcel cubana regida por un sistema penitenciario corrompido y sangriento que lejos de construir destruye y mata.
Etiquetas: carcel, Jorge Alberto Liriano Linares, salud
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario