Kendall and Gwendolyn Myers.
(Radio Martí) - Un tribunal federal de Estados Unidos sentenció el viernes al ex empleado del Departamento de Estado, Kendall Myers, a cadena perpetua sin posibilidad de libertad anticipada por espiar en favor del gobierno de Cuba, mientras que su esposa Gwendolyn Myers fue sentenciada a 81 meses tras las rejas por ayudarlo a robar secretos de estado.
El juez federal Reggie Walton dijo que Kendall y Gwendolyn Myers merecían largas condenas por traicionar a su país.
En una explicación de 10 minutos sobre su conducta, Kendall Myers, de 73 años, dijo que su objetivo era pasarle a los cubanos información pero que no tenía la intención de hacerle daño a Estados Unidos cuando robó secretos de estado.
El juez Walton dijo que estaba "desconcertado", pues no podía entender cómo los Myers pensaban que no estaba perjudicando a su país dado el nivel de antagonismo entre Estados Unidos y Cuba.
Los fiscales señalaron que Myers -un descendiente de Alexander Graham Bell, el inventor del primer teléfono funcional- fue un niño privilegiado y adinerado, que pudo haber hecho lo que quisiera en su vida, pero que decidió en cambio espiar para Cuba durante 30 años en el interior del Departamento de Estado.
Como parte de de un acuerdo de culpabilidad, el matrimonio Myers acordó entregar 1,7 millones de dólares en activos, incluyendo un yate de 37 pies, dijo el Departamento de Justicia.
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