Roberto Martín Pérez (1ero. izda.) y un grupo de ex prisioneros políticos cubanos doblan una bandera de Cuba que cubría el féretro de la cantante cubana Olga Guillot.
(Radio Martí) - Cientos de personas acudieron el miércoles a la Iglesia de Saint Michael, en Miami, para darle un último adiós a la Reina del Bolero, Olga Guillot.
Una larga fila de personas esperaban para entrar en la Iglesia, y desfilar junto al féretro cubierto con la bandera cubana. El talento de la Guillot permanecía en el lugar, mediante la transmisión de su música.
La cantante cubana exiliada se hizo famosa por su manera única de interpretar canciones que son clásicas, como "Tú me acostumbraste" y "Sabor a mí".
Emilio Izquierdo, vocero de la Asociación de Ex Presos de la UMAP en Miami, describió a Olga Guillot como una persona inigualable. "Ella es la Reina del Bolero, es una cubana a todo dar, está en la inmortalidad".
Por su parte, la locutora radial, Marta Flores, recordó cómo Olga rehusó cantar en un club nocturno a donde habían llegado un grupo de afines al régimen de los Castro. "Recordemos que Olga fue una de las pocas artistas que estaba trabajando en un centro nocturno y llegaron unos castristas y Olga dijo 'yo no canto hasta que esta gente no se vaya'. Y así pasó", dijo Flores, al enfatizar el carisma de la cantante. "Realmente, Olga llegaba a un lugar y su presencia sola, sin que abriera la boca, ya era un 'success'".
Olga Guillot fue la primera cantante latinoamericana que logró presentarse en el emblemático Carnegie Hall de Nueva York, y en su carrera cosechó 10 discos de platino y 14 de oro.
Murió el lunes a los 87 años en Miami Beach tras sufrir un infarto. Su corazón no pudo resistir más.
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