Seis meses después de que Orlando Zapata Tamayo entregó su vida por la libertad y la democracia de todos los cubanos

Seis meses después de que Orlando Zapata Tamayo entregó su vida por la libertad y la democracia de todos los cubanos by Reina Luisa Tamayo Danger Reina Luisa Tamayo Desde la Carretera Embarcadero en la casa número 6 en el Reparto Mariana Grajales, Banes en la provincia de Holguín, puedo informar que ayer 22 de agosto de 2010 en horas de la mañana temprano, como a las siete de la mañana se dirigió la prensa internacional aquí a mi hogar. Ya anteriormente habían avisado que iban a venir para observar todo lo que estaba sucediendo con la familia Zapata y los hermanos que me acompañan. Reina y familia honran a Orlando Zapata Tamayo Ya el día antes habían mandado a desbaratar la caseta que habían hecho frente a mi hogar en la carretera que era el puesto de mando donde se metían los sicarios para observar todos los que entraban y salían de mi casa y detener a los hermanos también. Yo rápidamente fui y les tiré fotos. Cuando llegó la prensa internacional les dije: ¿Hay alguien cerca ahí? Me dijeron no – no hay nadie. Tuvimos un conversatorio y luego a las 8:30 salimos para la iglesia. Cuando llegamos al pueblo en esa marcha pacífica solamente esta madre iba diciendo que ¿Dónde estaban por todos las calles? ¿Dónde estaban los que nos agredían semana por semana? ¿Dónde estaban las turbas que nos empujaban y que nos han dado golpes? Bueno, esto fue producto de todas las voces del mundo, de todas las personas de buena voluntad del mundo que aceptado luchar para que nosotros pudiéramos ir a la iglesia y gracias a la prensa que nos acompañó. Las turbas estaban regadas en la Terminal de guagas de Banes, frente al parque, a la iglesia haciendo señalamientos con la mano de que nos iban a afectar la próxima semana. Tumba de Orlando Zapata Tamayo Algunos estaban difamando frente a la iglesia, pero pudimos escuchar la misa. Nos presentamos ante la virgen de nuestra señora de la Caridad del Cobre y luego salimos para ir al cementerio. Ellos estaban asediando, pero estaban lejos, cogieron medio, y se metieron como nosotros decimos “en la cueva” observando todos los movimientos. El pueblo se asomaba y alguna personas- sí- dijeron algunas ofensas pero fueron los menos. No fueron las turbas que ellos nos tiran para acá de 700, 600 y 500 personas domingo por domingo para que nos agredan y nos den golpes y nos empujen. Tengo mis dos rodillas afectadas. Ando al rastro y así mismo ando. Fuimos ayer al cementerio y pusimos flores y hoy en horas de la mañana acabamos de llegar del cementerio a rendirle homenaje al joven negro de 42 años, Orlando Zapata Tamayo, que entregó su vida asesinado por la libertad y la democracia de todos los cubanos. Ellos siempre están alrededor- los chivatos y las turbas que ellos tienen preparadas para afectarnos a nosotros. Pero pudimos ir tranquilo y regresar. Allí cantamos el himno, rezamos un Padre Nuestro, Daniel Mesa dirigió unas palabras. Aurelio Antonio, su madre, su papa, Jose Marin Ortiz, y allí rendimos tributo. Le encendimos una vela, le pusimos las flores. Hoy es un día de mucho dolor para todo el mundo, para todos los hermanos, para su familia. Pero sí le decimos a Zapata que vamos estar firme a su causa a lo que el defendía. Que no lo vamos a defraudar, que siguiéremos adelante esa lucha pacifica contra el régimen por la libertad y la democracia de todos los cubanos. ¡Zapata Vive! ¡Zapata Vive! ¡Zapata Vive!