miércoles, 1 de septiembre de 2010

OTRO MARTIR, ESTA VEZ EN VENEZUELA

PUBLICADO PARA HOY 2 DE SEPTIEMBRE



Angélica Mora

Nueva York

Apuntes de una Periodista

Murió Franklin Brito, luego de una huelga de hambre de más de 9 meses.
El productor agropecuario venezolano sólo pedía se le reconociera sus derechos.
Brito falleció de un paro cardíaco y su esposa Elena denuncia que hasta el momento no le han dejado ver el cadáver.

La lucha contra la injusticia de este huelguista venezolano lo coloca en el pedestal de los que fallecen sin temerle a la muerte, como el Mártir cubano Orlando Zapata Tamayo.

Brito enfrentó, mediante una dramática huelga de hambre de más de 9 meses al gobierno de Hugo Chávez, pero su corazón no pudo soportar el rigor del ayuno y dejó de latir en la tarde de este lunes. Tenía 49 años.

El productor agropecuario había radicalizado su protesta en espera de que Chávez se pronunciara sobre su caso.
Nadie le escuchó y el presidente de Instituto Nacional de Tierras, Juan Carlos Loyo, que lo visitó una sola vez, dijo a su salida del hospital que "la problemática por la cual Brito se mantenía en tal actitud se debía a un inconvenientes que tuvo con unos vecinos".

El último informe y la última conversación que tuve el fin de semana con su hija Ángela, fue que Brito había suspendido la alimentación por suero y sólo bebía agua.
La joven acusa al Presidente de Venezuela de ser el causante directo de la muerte de su padre.

En diversas ocasiones, Ángela denunció que Brito estaba siendo torturado en el Hospital Militar, lugar donde fue internado en contra de su voluntad, a pesar de no haber cometido ningún delito.

De acuerdo con su relato, Brito permanecía recluido en un cubículo de terapia intensiva en el que las enfermeras entraban y salían constantemente, importunando su descanso. Además lo habían ubicado al lado del baño común y cerca del motor del aire acondicionado que sirve a toda la terapia, por lo que las vibraciones no lo dejaban dormir.

Todo esto lo hicieron para torturarlo asegura Angela.
"Lo quisieron tener ahí para aislarlo y evitar contacto con el mundo exterior, sin visitas y sin fotos".

En la conciencia de Hugo Chávez caerá ahora esta nueva muerte.

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