sábado, 18 de diciembre de 2010

CAPACES DE MATAR



Por Rodolfo Ramírez Hernández


Santiago de las Vegas, La Habana, 19 de diciembre de 2010 (PD) Sara Marta Fonseca Quevedo, secretaria ejecutiva del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba (afiliado a la Fundación Andrei Sajarov), residente en Río Verde, en el municipio capitalino Boyeros, relata sus experiencias durante los mítines de repudio que tuvo que soportar luego del toque de cazuelas de la noche del pasado 30 de noviembre.

“En mi casa estábamos mi esposo, Julio León Pérez y mis dos hijos, Julio e Ignacio y pudo llegar Odalys Caridad Sanabria Rodríguez, pero después de las 6 de la tarde, que comenzó el operativo de la policía política, no dejaron llegar a nadie más.

A las 8:30 PM salimos a la calle a iniciar el toque de cazuelas y gritar consignas antigubernamentales. Media hora después, cuando íbamos a entrar a la casa, empezaron a insultarnos y a tirarnos piedras por lo que tuvimos que cerrar la puerta y las ventanas. El acto de repudio duró alrededor de una hora y media. El operativo de la Seguridad del Estado se mantuvo hasta el día siguiente en que fueron relevados por otro equipo. Hubo vecinos que tiraron piedras y botellas a la policía política.

El día 1 de diciembre, sobre las 11:00 AM., cuando Bartolo Márquez intentó entrar a la casa, cuatro agentes lo golpearon salvajemente. Se lo llevaron ensangrentado en un carro patrullero para la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Santiago de las Vegas.

Al mediodía comenzó otro acto de repudio, donde nuevamente nos tiraron piedras. Poco después de las 6 PM empezó un tercer acto de repudio. Para este trajeron niños de una escuela, que según algunos vecinos, se fueron disgustados, porque no recibieron la merienda que les prometieron.

Alrededor de las nueve de la noche, cinco agentes de la Seguridad del Estado arremetieron contra Calixto Ramón Martínez Arias, que había logrado llegar hasta la entrada de la vivienda. Lo arrastraron y se lo llevaron esposado para la unidad de la PNR de la calle Aguilera, en Lawton. El día 2 golpearon y detuvieron a René González Bonelle y Rodolfo Ramírez, quienes fueron conducidos a la unidad de Santiago de las Vegas.

Según nos refirieron luego los detenidos, los jefes de ambas unidades policiales no estuvieron de acuerdo con las golpizas. Uno de ellos le dijo a los de la Seguridad del Estado: “aquí el que manda soy yo y no tocan más a ese muchacho.”

Las paredes del frente de la casa y el piso lo llenaron de letreros gubernamentales con pintura roja y negra. Destrozaron las plantas del jardín y arrancaron los carteles antigubernamentales que teníamos puestos en mi casa.

Me han llegado amenazas de la Seguridad del Estado. Mientras lo detenían, Rodolfo escuchó cuando un agente le dijo a otro: “A esta mujer vamos a tener que matarla”. Rodolfo dijo una frase muy importante: “Están tan desesperados que son capaces de matar”.

ramirezhernandez.rodolfo@yahoo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario