(Martí Noticias, 16/12/10) - El disidente cubano Guillermo Fariñas, ausente este miércoles en la ceremonia de entrega de su premio Sájarov 2010 en Francia, reclamó la libertad de los presos políticos y el fin de los ataques a la oposición pacífica en Cuba.
Fariñas, quien se dirigió por medio de un video al Parlamento Europeo, no obtuvo permiso del gobierno cubano para viajar a Estrasburgo a recibir el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que le otorgó la Eurocámara.
"Esto es un testimonio irrefutable de que desgraciadamente nada ha cambiado (en Cuba)", dijo el opositor, en cuya ausencia estuvo representado por una silla vacía cubierta con una bandera cubana.
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, dijo que la silla vacía era sinónimo de un "día triste".
En sus palabras, Fariñas pidió a la Unión Europea que no se deje engañar por lo que calificó de "cantos de sirena" de un régimen de "comunismo salvaje".
También dijo que la única aspiración del gobierno de Cuba, tras aparentar cambios económicos, es que la Unión Europea levante su posición común, para beneficiarse de los créditos e inversiones de ese bloque de países.
Fariñas pidió a la Eurocámara que no ceda ante las presiones de las autoridades cubanas y enumeró cinco exigencias que antes debe cumplir el gobierno de la isla.
Primero, proseguir la liberación sin destierro de todos los presos políticos y de conciencia, además de comprometerse públicamente a jamás encarcelar a opositores políticos no violentos.
Segundo, suprimir de inmediato las golpizas violentas y amenazas a los opositores pacíficos dentro del país, realizadas por los adeptos militares y paramilitares al régimen.
Tercero, anunciar que serán estudiadas y eliminadas todas las leyes cubanas que entren en contradicción con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Cuarto, otorgar en la práctica diaria las facilidades, para que se creen partidos políticos opositores, medios de prensa no subordinados al sistema de "Socialismo de Estado", sindicatos independientes y cualquier otro tipo de entidades sociales pacíficas.
Y quinto, aceptar públicamente que todos los cubanos residentes en la diáspora tienen el derecho a participar en la vida cultural, económica, política y social de Cuba.
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