lunes, 28 de febrero de 2011
Minutos en bolsa negra
Escrito por Odelín Alfonso Torna
Arroyo Naranjo, La Habana, 01 de marzo de 2011,
(PD) El jueves 3 de febrero, Maritza Pozo, cliente santiaguera de la Empresa de Telecomunicaciones ETECSA, se quejaba a la sección “Acuse de Recibo” del diario oficialista Juventud Rebelde, sobre extrañas llamadas de larga distancia y locales que nunca realizó. Después de varios reclamos en una y otra dirección, ETECSA emitió el dictamen final: “la factura de los meses reclamados está en total correspondencia con el tráfico realizado desde su servicio telefónico”.
Yamila García, vecina del barrio La Prosperidad, en el capitalino municipio de San Miguel del Padrón, tiene asignado por ETECSA un teléfono comunitario con tecnología celular GSM. Según Camila, la cuota a consumir es de 3 mil minutos cada mes, tiempo que se agota en los primeros 15 días del mes. No entiende por qué. De ser así estaría sobre un consumo de 150 ó 160 minutos diarios en 15 días. Lo que factura no corresponde según sus cálculos en casa.
Con este último ejemplo, pude corroborar que las facturas entregadas por la oficina municipal de ETECSA a la suscriptora en cuestión, especifican bien claro el total de minutos en las llamadas de entrada y salida, así como el importe de 20 centavos de CUP por cada minuto de llamada realizada.
A diario, víctimas como estas, tanto en el servicio de telefonía móvil como en el fijo, corren igual suerte. Pero ese virus que carcome minutos, saldos y hasta la paciencia del cliente, sabe poner cotos a los reclamos con frases como: “todo se corresponde” o “está en regla”. Y que no se preocupe nadie: siempre aparece una comisión técnica para evaluar los daños.
Sin dudas detrás de todo esto existen -y no sabemos cuán arriba se dan las mordidas- verdaderos saboteadores que centavo a centavo y minuto a minuto, falsifican las facturas telefónicas. El Estado pensó agarrar el lazo más corto con la informatización de servicios como la electricidad, la telefonía, las operaciones bancarias, etc.
¿Acaso existe un programa infeccioso malware que afecta las facturas telefónicas o del consumo eléctrico residencial? ¿Mienten los clientes que reclaman? ¿Hacia dónde van, en el caso de los teléfonos, esos minutos no consumidos?
El robo de minutos se da básicamente en el servicio subvencionado GSM (un 20% del total del servicio celular), lo que conocemos como teléfonos de 400 minutos, entiéndase las cerca de 150 mil prestaciones en el sector residencial, incluidos los servicios comunitarios. También se subsidian las cuotas asignadas al Ministerio del Interior, las Fuerzas Armadas, servicios priorizados de aduana y Salud Pública.
Como el que reparte dicen que tiene la mayor parte, ETECSA también subvenciona la asignación de teléfonos móviles a sus empleados. Esto significa unos 300 o más CUC pos-pago por cada trabajador del sector, o lo que es igual, el equivalente en minutos, según las tarifas establecidas o las prestaciones al servicio.
En este sombrío negocio, también aparecen líneas móviles fantasmas o por la izquierda, como les quieran llamar. Su precio en bolsa negra oscila entre 15 y 20 CUC al mes y su tiempo ilimitado de consumo, por supuesto, sale del subsidio a esos clientes que no ven escapar misteriosamente su saldo.
En casos como estos, la respuesta, la verdadera, está en esos minutos que se arrastran con un simple click derecho hacia la bolsa negra. No me queda más que decirle a Maritza Pozo y a Yamila García que la informatización llegó para quedarse, así como ha quedado sindicalizado el vandalismo desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio.
odelinalfonso@yahoo.com
Foto: Odelín Alfonso
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