jueves, 28 de abril de 2011

¿Quo vadis, Universidad?




PUBLICADO PARA HOY 28 DE ABRIL


Por Pilar Rahola


Una vez mas Pilar Rahola, toca un punto que raras veces los periodistas han analizado y sobre todo investigado con el fin de reportar al publico, a los lectores inteligentes y avisados en la cosa politica ,ese fenomeno que permea a casi todas las universidades Occidentales.

Pero hay que diferenciar aqui, entre las universidades de paises de Occidente y las que no estan bajo la influencia de las hordas izquierdistas, teledirigidas y financiadas muy frecuentemente por los gobiernos marxistoides, y cuya metodologia de expandir el control hegemonico de la ex-Union Sovietica ( URSS) tuvo , entre otras muchas ,las tacticas y estrategias de colocar sus agentes dentro de las Almas Maters de cada nacion de Occidente y cada vez que fuese posible.

O en caso contrario seducir y captar a los propios nativos universitarios via las asociaciones de Estudiantes y demas grupusculos de esos centors .

Tal fue el exito que el proceso de proselitismo y de influencia marxista cunde hoy como una plaga dentro de casi todo Centro Universitario del mundo Occidental.
La Izquierda ha penetrado desde aquellos dias de la Guerrra Fria a ese segmento de las sociedades que son las Academias...los centros universitarios.
Tan es asi que los estudiantes y sus grupos organizados, tienen un poder increible frente al mismo profesorado de cada centro.

Yo se de un caso donde un profesor universitario cubano y anti castrista, con todas las razones del mundo para serlo, y que en los Estados Unidos, se vio hostigado y amenazado de ser expulsado de la Universidad donde ocupaba una Catedra en razon de sus ideas .

Esto nos induce a pensar que los centros univ. estan infiltrados por agentes o por sus aliados dentro de las universidades de casi todo pais Occidental.
Y que los profesores, actuan y se manifiestan conforme al mismo grado de miedo e intimidacion que esos grupos estudiantiles de izquierda ,les infunden . Ya no son los profesores los que dictan e influyen en el pensamiento , el libre pensamiento, ahora son los freneticos extremistas de las izquierdas , de esos centros de ensenianza, los que dictan pautas y formulas de comportamiento politico en esas Universidades mediante el chantaje precedido de la intimidacion y por la atmosfera psico-politica creada por esa dinamica, anti-democratica de por si , dentro la relacion estudiantado -profesorado.

Los agentes y espias sovieticos hicieron un buen trabajo. Ese mismo trabajo de penetracion en las Universidades, y sindicatos, fue continuado y sigue aun por el cuerpo de espias y agentes de Castro en mas de 40 paises. y que ademas , ahora, le sirven a Chavez en la misma tarea de proselitismo y de infiltracion.

La unica diferencia , hoy dia, es que ya los Castros, no tienen dinero para seguir en esa misma politica o al menos con menor intensidad, mientras que Chavez si dispone de los recursos financieros para mantener a los agentes cubanos y los de su propia cosecha venezolana en el trabajo de zapa y penetracion dentro de los recintos docentes de muchos paises en Occidente.

Pilar Rahola ha dado en el clavo al tocar someramente esta faceta de las izquierdas dentro del Alma Mater cuando se refiere a ese Premio tan inmerecido como inmoral que se le otorgara a Chavez en la Univ. de la Plata.

Pedro Martori


¿Qué le ocurre a nuestras Universidades? ¿Aún son el templo de la inteligencia, o se han convertido en un conspicuo reducto de la imbecilidad ilustrada? Y perdonen el supuesto oxímoron de estos dos substantivos, pero sabemos desde que el mundo es mundo que tener un título universitario y haber leído cuatro libros, no significa tener una cabeza bien amueblada. Muy al contrario, la historia está llena de grandes letrados que han construido edificios intelectuales que se caían con el movimiento de un simple naipe.

Este no es un artículo de historia, pero si hacemos un breve repaso de algunos grandes nombres, cuya categoría intelectual no les impidió tener una baja categoría ideológica (e incluso moral), la lista da miedo. Premios Nobel que han defendido a brutales dictadores de izquierdas, líderes de opinión que hace dos días daban la mano a Gadaffi, líderes sociales que se paseaban por Irán como si fuera el paraíso de la libertad, y por el camino de la confusión de conceptos, intelectuales, periodistas, escritores, políticos y el tutti quantti de la izquierda más ruidosa aplaudiendo las locuras de Chávez. Muchos de ellos, gentes de universidad, cuyas lecturas no han sido aprovechadas para la claridad del pensamiento.

¿Qué le ocurre a la izquierda? Y, por ende, ¿qué le ocurre a esa izquierda enquistada en los púlpitos universitarios, convertida en gurú de ideas caducas, cuyo romanticismo revolucionario es tan kitsch como irresponsable?

Profesores, catedráticos, líderes estudiantiles contaminan cerebros juveniles ávidos de ideas románticas. Por supuesto que la Universidad debe ser el territorio natural del pensamiento crítico. Y por supuesto que debe caminar vis a vis con las ideas de progreso. Pero no hablo de pensamiento crítico, ni de progreso. Muy al contrario, hablo de lobos dogmáticos que venden ideas reaccionarias, disfrazados de corderos progresistas. Hablo del pensamiento inverso, de la izquierda lunática, de esa izquierda que algún día tendrá que dar explicaciones a la historia por haber traicionado los valores de la libertad.

El artículo parte, por supuesto, del último ejemplo de esta inversión de valores: el premio que la Universidad de la Plata ha otorgado recientemente a Hugo Chávez. Según el veredicto, premian a Chávez por su defensa a favor de la libertad de expresión, y ante la noticia, una no sabe si se trata de una broma al estilo de las que gastaba Hitchcock con la invasión de los marcianos, si se tomaron unas copas y el veredicto fue al final de la fiesta o si les gusta tomar el pelo al personal porque se aburren en las aulas. ¡Premio libertad de expresión a este autarca que ha cerrado medios de comunicación, persigue a disidentes, a opositores y a periodistas, que ha pervertido las reglas de juego democráticas y que aspira a ser el pequeño Napoleón de

Latinoamérica! ¿Cómo se puede traicionar tan alegremente la definición básica de la palabra "libertad"?

Se puede, y ahí está la Universidad de la Plata para demostrarlo. Sugiero, para continuar la broma, que el año próximo le den el mismo premio a Mahmoud Ahmadinejad. Es un buen amigo de Chávez.

La cuestión, sin embargo, deja de ser una broma cuando la alucinante anécdota de este premio se convierte en la categoría de una forma de hacer y pensar que, en nombre de las libertades, el progresismo y la revolución, esconde un gran edificio de pensamiento totalitario. Seamos claros. La extrema izquierda es a

la libertad lo mismo que la extrema derecha: su enemigo. Y la diferencia entre militar en un grupo de skin heads con el cerebro lleno de vacuidad intolerante, y hacerlo en un grupo de extrema izquierda lleno de dogmas de fe que justifican atrocidades, abusos y dictaduras, es la misma diferencia que hay entre una manzana y una poma, que en mi lengua, el catalán, significa una manzana: es decir, ninguna.

Quizás hay que empezar a hablar claro. Ni todos los que hablan de libertad, aman la libertad, ni todos los que se erigen en líderes sociales presentan valores éticos, ni todos los políticos que aseguran defender al pueblo, son de fiar.

A diferencia de la derecha, que es estigmatizada cuando pisa los territorios perversos del extremismo y se convierte en un monstruo, la izquierda goza de mucha más impunidad y atraviesa y pisotea esa delicada frontera de valores sin que nadie la envíe al infierno. Aún hoy los grandes dictadores de izquierdas son venerados en los pósters de nuestros jóvenes gracias al buen hacer de los caducos revolucionarios de antaño. Cuyas barbaridades, por cierto, sembraron de cadáveres las tierras del mundo. ¿O solo mataron los Pinochet y los Videla? ¿O no mataron los Castro y los Stalin? ¿O eran héroes los tipos que tomaban una pistola, se paseaban por una calle de Buenos Aires y disparaban al primer pobre policía que encontraban, quizás un joven emigrante de tierras pobres, con un sueldo de nada y un miedo de todo, y lo mataban en nombre de su causa impuesta a fuego?

Perdonen la insolencia pero entre un dictador y un terrorista no encuentro otra diferencia que la que propia de las dos caras de la moneda. Eso lo aprendimos hace tiempo en España, con ETA. Pero decirlo en Argentina es extraño, porque ustedes aún no han hecho los deberes con la memoria trágica del terrorismo. Solo lloran a un lado de las víctimas. Las otras, desgraciadamente, son ninguneadas, despreciadas y olvidadas. Como si aquellos que tomaron pistolas, mataron personas y querían imponer una dictadura comunista, fueran libertadores. Como si las víctimas fueran culpables de su asesinato. ¡¡Qué inversión de valores, asesinar impunemente en nombre de la libertad de los pueblos!

De eso hablamos, de eso, de una civilización basada en la Carta de Derechos Humanos y que si ha sido violentada y pisoteada en nombre del fascismo, tambien lo ha sido en nombre de la izquierda reaccionaria. De ahí que el premio de la Universidad de la Plata sea más trágico que cómico. Y no porque no provoque una hilaridad cósmica, sino porque es la punta del iceberg del pensamiento inverso. Ese que dice defender el progreso, y avala a los peores reaccionarios de izquierdas. Ese que dice defender la opinión libre, y premia a los que imponen dogmas, consignas y pensamiento único. Ese que dice amar la libertad, y la traiciona con diurnidad y alevosía. ¿Quo vadis, Universidad? Hacia dónde va no lo sé, pero desde luego a menudo no circula ni por los caminos del compromiso moral, ni por los senderos de la inteligencia.

Pilar Rahola, la autora recibió el premio Derechos Humanos, 2011 de UN Watch

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