Las religiones cristianas predominantes en la isla -la católica y la protestante- se mueven en busca de un entorno digno e íntegro.
Alberto Muller / martinoticias 02 de junio de 2011
Foto: EFE El grupo religioso visitó un seminario ecuménico.
Cuba se mueve inexorablemente y por razones biológicas hacia una era post-Castro. Y las religiones cristianas predominantes en la isla -la católica y la protestante- se mueven con responsabilidad en busca de un entorno digno e íntegro, dentro de un estado que controla casi todas las actividades del país, incluyendo la expresión libre.
Las relaciones de los grupos religiosos con el gobierno, a pesar del ateismo revolucionario, se han vuelto más cálidas, según el Reverendo Olav Fyske Tveit, en una entrevista con ENInews en su oficina del Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra.
Tveit, con una delegación del Consejo Mundial de Iglesias, estuvieron de visita en Cuba desde el 25 hasta el 30 de mayo, celebrando el 70 aniversario de la formación del Consejo de Iglesias en Cuba.
Durante su estancia en la isla, el grupo religioso visitó un seminario ecuménico y asistió el evento conmemorativo en la Catedral Episcopal que contó con la presencia del gobernante Raúl Castro, quien declaró sorpresivamente ‘que él necesitaba de bendiciones religiosas más que nunca’.
Además, el reverendo Tveit y su delegación se reunieron también con el cardenal Jaime Ortega, primado de la Iglesia Católica cubana. De acuerdo a estadísticas de la Iglesia Católica, un 70 por ciento de la población cubana de 11.4 millones es católica y un 6 por ciento es protestante.
El Consejo Mundial de Iglesias en Estados Unidos abogan por la libertad de los cinco espías castristas presos en Estados Unidos y por el fin del embargo a Cuba. Algunos de sus miembros en la isla ha sido elegidos a la Asamblea Nacional del Poder Popular y mantienen una relación de colaboración activa con el gobierno.
El pastor cubano, Mario Lleonart, de la Iglesia Bautista de Camajuaní tiene una opinión crítica del Consejo Mundial de Iglesias en Cuba, por su posición de privilegios, colaboración y contubernio con el gobierno cubano.
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