miércoles, 7 de septiembre de 2011
El pregón, una tradición cubana que deviene agresivo vocerío de "se vende"
“Aquí lo que más se oye es ‘se vende aguacate’… ‘se vende plátano’, pero esa cosa cómica, esa idiosincrasia que teníamos se ha perdido (…) ese pregón bonito, agradable, ya no se ve”
Jorge P. Martínez / martinoticias.com 07 de septiembre de 2011
Foto: (EPA) EFE
Un vendedor ambulante empuja un carretón con mangos. EFE/Alejandro Ernesto
El pregón formó parte de la idiosincrasia del cubano antes de la llegada al poder de los hermanos Fidel y Raúl Castro en 1959, pero perdió su razón de ser y la isla ha comenzado a olvidar esta linda tradición.
Los pregoneros, antes de esa fecha, anunciaban sus productos en las calles, plazas y mercados con esa gracia y alegría que les caracterizaba. Pero como todo pasa en esta vida, el pregón ha ido perdiendo su sencillez, y las pocas personas que vociferan actualmente sus mercancías lo hacen con la desesperación del que tiene que vender para poder vivir en un país con serios problemas económicos.
Juan Carmelo Bermúdez, quien reside en Santiago de Cuba, declaró a martinoticias.com que aunque el Gobierno celebra anualmente el Festival del Pregón en la barriada del Tivolí, asisten muy pocas personas al evento.
Señaló que la mayoría de los que asisten son “los carretilleros que están comprometidos con el régimen y que tienen que avalar una patente (…) pero aquellas caminatas que se hacían, donde cada cual pregonaba (…) eso totalmente se ha perdido”.
Bermúdez explicó que “el pueblo sigue reprimido, que aquellas personas que divulgan sus mercancías son multadas, son sancionadas (…) son personas que no tienen deseos, no buscan pregonar un producto, porque saben que van a ser multadas, van a ser perseguidas”.
Añadió que conoce a una señora de la raza negra que “pregona regularmente su maní y sus frutas en la Plaza de Marte”, pero enfatizó que se trata de una excepción, “porque se ha perdido totalmente esa tradición”.
Audio: Juan Carmelo Bermúdez
Yoel Espinosa, quien vive en Santa Clara, Villa Clara, manifestó a martinoticias.com que es difícil encontrar pregoneros en las calles, porque los inspectores vigilan constantemente a los vendedores y les impiden descansar “ni tan siquiera 10 minutos” porque los multan.
“La cultura del pregón se ha perdido un poco debido a toda esta situación de la represión que llevan contra ellos”, indicó.
“Aquí lo que más se oye es ‘se vende aguacate’… ‘se vende plátano’, pero esa cosa cómica, esa idiosincrasia que teníamos se ha perdido (…) ese pregón bonito, agradable, ya no se ve”, señaló.
Audio: Yoel Espinosa
Irel Gómez, residente de Camagüey, dijo a martinoticias que la juventud no recibe con agrado este tipo de actividad “porque el mismo Gobierno se ha ido dedicando a irles matando esa tradición”.
“La juventud ya no participa (…) la juventud está muy disgustada, en primer lugar con el sistema, y en segundo lugar por la situación económica de la isla que ha empeorado drásticamente”.
La cultura del pregón, a la que se refiere la periodista Dariela Aquique en Havanatimes.org, forma parte de la nostalgia cubana, porque en la Cuba de hoy, pregones como: “Caserita, no te acuestes a dormir sin comprarme un cucurucho de maní”… “Tamalerooo, pican y no pican los tamales”, el Gobierno los ha reemplazado por “Todos a la Plaza”… “Todos al trabajo productivo”.
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