miércoles, 28 de noviembre de 2012

De héroes anónimos a advenedizos
Rogelio Fabio Hurtado
(A la memoria de mi amigo y compañero de armas Rafael Tamayo de los Reyes, oficial de conducción y disparo, fallecido en Miami en 2010)
Cuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) Con motivo del aniversario cincuenta de la Crisis de Octubre, también conocida como Crisis del Caribe o de los Cohetes, el diario Granma ha publicado una serie de artículos relativos al tema, contentivos de enfoques mucho más objetivos e interesantes que de costumbre en ese órgano oficial del PCC.
El sábado 9 de noviembre concluyó la serie con un extenso artículo, titulado "La visita de Fidel a la Unión Soviética" (Pág. 3,4 y5) escrito por el Dr. en Ciencias Históricas Tomás Diez Acosta, quien nos describe con lujo de detalles y prolijas fuentes de información, las tres entrevistas sostenidas durante ese viaje entre el líder cubano y el entonces Primer Secretario del PCUS, Nikita Jruschov.
En los renglones finales de la primera columna puede leerse: "Se llegó al acuerdo de que el armamento se quedara en Cuba y las tropas soviéticas permanecieran en el país en calidad de instructores, hasta tanto los cubanos estuvieran en capacidad de asimilar esta técnica."
Sucede que yo, Rogelio Fabio Hurtado Rodríguez, entonces con 16 años y alumno entonces de primer año del Instituto "René O Reiné", de La Víbora, fui uno de los cubanos movilizados el 9 de abril de 1963 para que estuviéramos en capacidad de asimilar esa técnica.
Se comprenderá fácilmente mi interés personal en estas tardías revelaciones que el Granma se siente autorizado a publicar 50 años después.
La primera sorpresa estriba en que a nosotros se nos dijo, por jóvenes cuadros de la UJC, que el país necesitaba que aprendiésemos el manejo de esas armas estratégicas para que los soldados internacionalistas soviéticos pudiesen retornar a su patria, dejándolas en nuestras manos. No creo que quienes nos arengaban estuviesen entonces al tanto de lo que acabo de enterarme.
Volvamos al artículo citado: "Hay que decir-comentó Fidel- que la retirada de las brigadas moto-mecanizadas constituyó una concesión gratuita por añadidura la concesión de la retirada de los proyectiles estratégicos (...) en un momento dado luchábamos porque se quedaran los aviones y luchábamos porque se quedaran las tropas incluso..."
La cita sigue, pero hasta ahí me basta: abandonamos nuestras vidas de estudiantes para convertirnos en soldados no para responder con orgullo a un llamado de la Patria, sino porque La Patria, es decir Fidel Castro, no encontró otro remedio.
El artículo insiste reiteradamente en la necesidad del líder cubano de sentirse amparado por la URSS frente a un posible ataque norteamericano: "Asimismo, la Dirección cubana (otro seudónimo de Fidel Castro) argumentó con fuerza que el convenio militar soviético-cubano existente había sido violado, que el país quedaba sin garantías de ninguna clase, y que era necesario idear otro medio que fuese una eficaz advertencia o un cierto modo de garantía sustitutiva al convenio de los cohetes frente a las intenciones agresivas de los Estados Unidos. La permanencia en Cuba de esa unidad soviética podría ser una de las variantes sustitutivas.
Realmente, la transparencia informativa, aún 50 años después, nos ayuda a comprender mejor nuestras propias vidas.
Siguiendo la cronología de aquellas conversaciones entre Fidel y Nikita, encuentro por fin una explicación para los meses que aquel primer contingente de cubanos, alojados en la base de San Julián, Pinar del Río, desde finales de abril de 1963, demoramos en comenzar las prácticas de aprendizaje en la instalación de cohetes antiaéreos que operaban tropas soviéticas al final de la pista de dicha base. Nos parecía absurdo que siguiésemos marchando horas y horas dentro de San Julián, pero la cuestión era que a más de 9550 kilómetros de allí, nuestro líder todavía esperaba convencer a Nikita de dejar aquí a los suyos.
Esto también viene a explicarme la escasa relevancia que se atribuye en Cuba a nuestras Tropas Coheteriles Antiaéreas (TCA). Baste consignar que el líder jamás nos visitó ni nos dirigió la palabra. Ahora, al menos, sabemos la verdad.
Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com

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