Jueves, 29 de Noviembre de 2012 13:21
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La posición del gobierno cubano fue defendida por su prensa. Silencio absoluto. Más bien, se concentró en los daños bien planificados por los terroristas entre la población árabe. La decisión de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), de atacar a los extremistas, es levantada como valladar para atacar a la única democracia estable dentro del Medio Oriente. ¿Por qué?
La política exterior cubana está detenida en la guerra fría, cuando la Unión Soviética se alineó con los países árabes en contra de Israel, y como tal se mantiene en permanente odio contra los israelíes. No es el único caso. Fuentes internacionales consideran que luego de la guerra del Yom Kipur, ganada como todas por los israelíes, la izquierda europea mantiene una posición antisemita. Solo hay que leer los despachos de los medios españoles, entre ellos El País, para comprender lo sesgado de la información sobre los enfrentamientos.
Hace más de una semana, cuando comenzaron los lanzamientos de los cohetes Qassam sobre territorio israelí, la mitad de los cuales fueron interceptados por la "cúpula de hierro", y cuando los israelíes decidieron ajusticiar a Ahmed al-Yabari, jefe del cuerpo armado Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam, las acciones se calentaron con bombardeos selectivos de la aviación israelí y el ulular de las sirenas para la protección de la población en las ciudades judías.
Detrás de la escalada de violencia se esconden dos problemas, el sirio y el iraní, trasladados a la sufrida población de Gaza, atenazada por una dictadura teocrática más feroz de lo que cuentan los medios, en un territorio donde se aplica a rajatabla la idea de que "disidencia es traición". Esta situación está acentuada desde el año 2007, cuando Hamás arrebató por la fuerza el poder local (incluyó combates callejeros) al gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y a la Organización de Liberación Palestina (OLP) Fatah.
Siria e Irán son los principales sostenedores políticos y militares de Hamás, aunque para la organización terrorista la Hermandad Musulmana de Egipto, es el paradigma a seguir, y sus actuales desajustes influyen en la actual ola de violencia.
De ahí el axioma de que donde gobierna Hamás hay más probabilidad de violencia interna, así como contra Israel o Egipto, con quien Gaza comparte frontera. Sin embargo, Cisjordania, donde gobierna Fatah, desde la obtención de la autonomía no sufre ataques de Israel, vive en normalidad recuperándose de los más de sesenta años de conflicto. Por eso es visible que los ataques contra Israel sean una maniobra diversionista para disminuir la atención internacional sobre lo que ocurre en esos países: una guerra civil en Siria y un programa nuclear en Irán que atemorizan a la región.
¿Cómo actuaría el gobierno cubano si misiles lanzados desde Haití o Jamaica, cayeran en las poblaciones de Baracoa, Maisí o Santiago de Cuba?
Si tomamos el caso del internacionalista Alan Gross, quien pena quince años en las cárceles cubanas por traer a la isla instrumental informático para las asociaciones judías en la isla, el ensayo de bombardeo sobre Puerto Plata, por retener un buque que violó las aguas territoriales dominicanas en la década del 70, o el hundimiento de un guardacostas bahamés por detener buques que pescaban en aguas territoriales del vecino país en la década del 80, o el derribo de las avionetas de la organización humanitaria Hermanos al Rescate en 1996, veríamos que la reacción seria más dura.
¿Entonces, cómo puede juzgar a Israel por defender a sus ciudadanos de los misiles de Hamás?
La Franja de Gaza adquirió la autonomía en el año 2005 como parte de los acuerdos de Oslo y la decisión de Israel de permitir un autogobierno palestino. Fue polémica la retirada hacia el interior de la sociedad israelí, por el temor a la seguridad que ahora afecta la zona sur israelí, incluyendo Tel Aviv. Sin embargo, se llevó a cabo.
El juego se complica para la cancillería cubana toda vez que al apuntalar a Hamás y al régimen de Bashar al-Assad -de quien recibió a un enviado especial, el viceministro de relaciones exteriores Fayssal Mekdad, el pasado 19 de noviembre-, apoya a dos bandoleros enfrentados entre sí en los últimos tiempos.
Más allá del victimismo árabe, en el cual el gobierno militar es un especialista (remember the embargo), tras la política exterior cubana se encuentra un antisemitismo radical imposible de comprender en los nuevos juegos del tablero mundial.
Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es