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LIMA, Perú (AP) — Un fallo de la Corte Internacional de Justicia ha causado escozor en Sudamérica: suscitó la rebeldía de Colombia ante una sentencia que considera perjudicial para sus intereses marítimos en favor de Nicaragua, y ha generado preocupación en Chile y Perú, que expondrán la próxima semana sus argumentos ante el tribunal por una controversia sobre sus límites marítimos.
La sentencia que concede soberanía sobre un archipiélago a Colombia a la vez que cede áreas de mar a Nicaragua sobre las que antiguamente los colombianos ejercieron dominio, ha disgustado tanto al estado colombiano, que el presidente Juan Manuel Santos anunció el retiro del país del Pacto de Bogotá, por el que Colombia y otros países se sometieron a la jurisdicción de la Corte.Además ha dicho que "por ahora" no acatarán el fallo, y que recurrirán a todos los mecanismos legales del derecho internacional para defender los intereses de Colombia y los derechos de los colombianos.
El que uno de los países de la región con mayor reputación por su respeto al derecho internacional patee el tablero al serle desfavorable un fallo y apele a discursos de tinte nacionalista sorprende y abre un abanico de insospechadas consecuencias, según analistas.
"De todas maneras, Colombia se enfrenta a un proceso de aislamiento internacional que lo puede poner en situación muy difícil. Ellos tienen que prever eso, y ver de qué manera evitan que la comunidad internacional proteste por su desacato a la Corte Internacional de Justicia", dijo el internacionalista Ernesto Velit Granda a la AP.
En Perú y Chile, las declaraciones de Santos se han recibido además con inquietud. Los equipos legales de ambos países desplegarán su artillería legal el lunes para convencer al tribunal de la solidez de sus argumentos en el inicio del juicio oral del contencioso marítimo.
Perú siempre ha temido que su vecino, el país mejor armado bélicamente en Sudamérica, no acepte un fallo de la Corte si le resulta adverso, y en Chile temen que salga a relucir en los peruanos el sentimiento antichileno --herencia de los resentimientos tras la Guerra del Pacífico del siglo XIX, en la que los chilenos despojaron a Perú de territorios en el sur-- si el fallo le es desfavorable.
"Sería erróneo creer que la decisión de Colombia no salpica al conflicto de Perú con Chile", apuntó Velit Granda. "Y la prueba está justamente en que a propósito de la situación de rebeldía de Colombia, las autoridades chilenas se han esmerado en ratificar su compromiso de respeto a la sentencia de la Corte".
Los discursos nacionalistas en Colombia han estado a la orden del día desde el fallo de la Corte del 19 de noviembre, cuando esa noticia opacó el cese de fuego anunciado desde La Habana por las FARC y las negociaciones del gobierno con la guerrilla.
"Yo prefiero que el país tenga que enfrentar fricciones y dificultades diplomáticas a que el país siga entregando pedazos de la patria a jirones", dijo el ex presidente Alvaro Uribe al sugerir que Colombia no acepte el veredicto de la Corte.
Los fallos de la Corte son inapelables y de cumplimiento obligatorio.
El presidente Santos, generalmente moderado en sus dichos, sostuvo que la Corte había incurrido en "errores (e) inconsistencias que no podemos aceptar". Añadió que los límites entre los estados deben ser fijados por los estados mismos y "no deben quedar en manos de una corte".
La popularidad de Santos cayó, luego del fallo, en 15 puntos desde septiempre, según un sondeo de la firma Ipson-Napoleón Franco, que le atribuyó 45% de aprobación frente al 60% con el que contaba hace dos meses.
"Hay algunos sectores políticos en Colombia que han exacerbado el nacionalismo y que han generado un ambiente muy complejo, que explica parcialmente la posición exterior de Colombia", afirmó el politólogo e internacionalista colombiano Andrés Molano, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad del Rosario de Colombia.
"Creo que varias decisiones de política exterior en las dos últimas semanas obedecen a presiones internas y están destinadas al consumo interno", añadió.
Días después de las declaraciones de Santos, el presidente chileno Sebastián Piñera se reunió en Santiago con tres de sus predecesores en el cargo para analizar el diferendo marítimo con Perú, y uno de los participantes, Eduardo Frei, sostuvo que "acuerdos salomónicos (en alusión al fallo de la CIJ) no son convenientes".
"En nuestro caso, nosotros no podemos aceptar un fallo que no se funde en los tratados y los acuerdos internacionales que Chile ha firmado", agregó.
Chile afirma que dos tratados suscritos con Perú en 1952 y 1954 establecieron los límites marítimos entre ambos, pero el estado peruano sostiene que dichos documentos fueron convenios sobre zonas de pesca y no tratados de límites.
Perú aspira a que el límite marítimo con Chile contemple una línea imaginaria equidistante al ángulo que forman las costas peruanas y chilenas. Chile busca mantener el status quo con el criterio de delimitación del paralelo (una línea horizontal dibujada sobre el mar) que deja el extremo sur de Perú sin mar enfrente de su costa.
El canciller peruano Rafael Roncagliolo aclaró que Perú no busca una solución salomónica que suponga "le doy alguito a cada parte.
"Nuestra posición es que la corte actúe y sentencie en derecho... que la corte determine si, como sostiene el Perú, no existe un tratado de límites entre el Perú y Chile o si, como sostiene Chile, los acuerdos de 1952 y 1954 —que para nosotros no tienen ninguna implicancia sobre los límites— pueden ser considerados un tratado", agregó.
Una encuesta realizada en Chile por la consultora Imaginacción y Radio Cooperativa, divulgada el lunes, señaló que el 63,2 de los consultados cree que el fallo favorecerá a Chile y sólo un 5,1% opina que le dará la razón a Perú. Un 4,3% opinó que no favorecerá a ninguna de las dos naciones.
En Perú, las autoridades se muestran confiadas de la solidez de los argumentos peruanos, y señalaron que el reciente fallo en el litigio Colombia-Nicaragua abona en favor de la causa peruana.
La Corte "ha establecido que los límites marítimos solamente se pueden establecer como tratado de límites, no se puede inducir, deducir o implicar que esto (un acuerdo pesquero) que no dice tratado de límites, lo es", señaló Roncagliolo.
A pesar de que anteriormente se temía que el clima de las relaciones peruano-chilenas se enrareciera cuando se iniciara el juicio oral del diferendo, por el contrario, en ambos países los sectores políticos y económicos han hecho llamados conciliadores para que sea vea el tema con madurez.
El viernes, con ocasión de una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas que se realizó en Lima, los presidentes Humala y Piñera hicieron una declaración pública en la que ratificaron la postura de sus gobiernos de aceptar el fallo que emita la Corte.
"Actaremos y ejecutaremos la sentencia que defina las diferencias que hoy día estamos llevando a esta corte de justicia internacional", aseveró Humala.
Piñera sostuvo "Chile ha sido, es, y va a seguir siendo un país respetuoso del derecho internacional, de la solución pacífica de controversias, de los tratados internacionales y de los tribunales internacionales".
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Colaboraron con esta información las periodistas Vivian Sequera de AP Bogotá, y Eva Vergara de AP Santiago.
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