POR: GÜIJE CUBA
El 29 de abril en la Historia de Cuba
• 1896 -
- La Goleta “Competitor”.
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 245-246 nos describe los acontecimientos del 29 de abril de 1896 en la Historia de Cuba:
“Los cubanos emigrados en Cayo Hueso, ansiosos de no perder ocasión de contribuir al buen suceso de la lucha armada contra España, quisieron realizar en la primavera de 1896 un esfuerzo más. Después de fracasar la expedición de la goleta Perla, al mando del coronel Juan Monzón, y hallándose los que la habían integrado en Cabo Sable, fue organizado en Cayo Hueso un nuevo apresto militar. Los revolucionarios repararon el bajel Competitor, capitaneado por Alfredo Laborde. El propio coronel Juan Monzón, tenaz en su deseo de venir a combatir, sobresalió entre los propulsores de la expedición de la Competitor. Esta partió de Cayo Hueso, y, haciendo escala en Cabo Sable, se dirigió a Cuba con cerca de cincuenta hombres, setenta y cinco fusiles y veinticuatro mil tiros.
“En breve, en 25 de abril de 1896, se halló el bajel expedicionario frente al litoral del Norte de Vuelta Abajo. Pero la mala fortuna, que se ensañaba con el coronel Juan Monzón, no tardó en manifestarse de nuevo. La Competitor fue avistada por los tripulantes de la lancha Mensajera, que tenían destinada los españoles a la vigilancia de aquella parte de la costa. En seguida, en momentos en que la nave insurgente hacía rumbo a Punta de Berracos, sus ocupantes se dieron cuenta de que se trataba de un barco enemigo.
“Tanta fue la desgracia de los expedicionarios que no pudieron escapar a la persecución de los españoles. La ametralladora que se hallaba a bordo de la lancha Mensajera funcionó. Los cubanos que tripulaban el bote que debía utilizarse para el desembarco y algunos de los que aun se encontraban en la Competitor se echaron al agua, en tanto el guardacostas adversario iba acercándose más y más hasta poder emplear la fusilería.
“A excepción de una parte de los pertrechos y de algunos expedicionarios que con el coronel Monzón lograron llegar a tierra por la playa de Berracos, y abrirse paso disparando contra la barca agresora y combatiendo con los guerrilleros de La Palma, el esfuerzo de los cubanos de Cayo Hueso fue pasto de la furia enemiga. Alfredo Laborde, el capitán del bajel insurgente, cayó entre los prisioneros, capturado en instantes en que trataba de volver a bordo de la Competitor para salvar los pertrechos. La goleta también quedó en poder de los perseguidores.
“Mientras Antonio Maceo, luego de realizar proezas en las lomas de Tapia, se ocupaba en enterarse de la suerte de los expedicionarios, la presa hecha por los españoles fue conducida a La Habana. El 29 de abril de 1896 entró en el puerto de la capital de la Isla la goleta insurgente Competitor. Grande importancia se atribuyó por las autoridades coloniales a tal captura. La tuvieron por una victoria naval. En los partes expresivos de lo ocurrido en la costa septentrional de Vuelta Abajo se habló de intrepidez y hasta de heroísmo. Semejante algarada duró poco. Por, penoso trance pasaron los defensores del régimen colonial cuando, condenados a muerte ya por un consejo de guerra los prisioneros de la Competitor, hubo que suspender el fusilamiento a virtud de reclamaciones provenientes del gobierno de Washington.”
• 1895 -
Diario de José Martí en Cuba.
José Martí, Máximo Gómez y acompañantes en el campamento de Vuelta Corta.
El 29 de abril en la Historia de Cuba
• 1896 -
- La Goleta “Competitor”.
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 245-246 nos describe los acontecimientos del 29 de abril de 1896 en la Historia de Cuba:
“Los cubanos emigrados en Cayo Hueso, ansiosos de no perder ocasión de contribuir al buen suceso de la lucha armada contra España, quisieron realizar en la primavera de 1896 un esfuerzo más. Después de fracasar la expedición de la goleta Perla, al mando del coronel Juan Monzón, y hallándose los que la habían integrado en Cabo Sable, fue organizado en Cayo Hueso un nuevo apresto militar. Los revolucionarios repararon el bajel Competitor, capitaneado por Alfredo Laborde. El propio coronel Juan Monzón, tenaz en su deseo de venir a combatir, sobresalió entre los propulsores de la expedición de la Competitor. Esta partió de Cayo Hueso, y, haciendo escala en Cabo Sable, se dirigió a Cuba con cerca de cincuenta hombres, setenta y cinco fusiles y veinticuatro mil tiros.
“En breve, en 25 de abril de 1896, se halló el bajel expedicionario frente al litoral del Norte de Vuelta Abajo. Pero la mala fortuna, que se ensañaba con el coronel Juan Monzón, no tardó en manifestarse de nuevo. La Competitor fue avistada por los tripulantes de la lancha Mensajera, que tenían destinada los españoles a la vigilancia de aquella parte de la costa. En seguida, en momentos en que la nave insurgente hacía rumbo a Punta de Berracos, sus ocupantes se dieron cuenta de que se trataba de un barco enemigo.
“Tanta fue la desgracia de los expedicionarios que no pudieron escapar a la persecución de los españoles. La ametralladora que se hallaba a bordo de la lancha Mensajera funcionó. Los cubanos que tripulaban el bote que debía utilizarse para el desembarco y algunos de los que aun se encontraban en la Competitor se echaron al agua, en tanto el guardacostas adversario iba acercándose más y más hasta poder emplear la fusilería.
“A excepción de una parte de los pertrechos y de algunos expedicionarios que con el coronel Monzón lograron llegar a tierra por la playa de Berracos, y abrirse paso disparando contra la barca agresora y combatiendo con los guerrilleros de La Palma, el esfuerzo de los cubanos de Cayo Hueso fue pasto de la furia enemiga. Alfredo Laborde, el capitán del bajel insurgente, cayó entre los prisioneros, capturado en instantes en que trataba de volver a bordo de la Competitor para salvar los pertrechos. La goleta también quedó en poder de los perseguidores.
“Mientras Antonio Maceo, luego de realizar proezas en las lomas de Tapia, se ocupaba en enterarse de la suerte de los expedicionarios, la presa hecha por los españoles fue conducida a La Habana. El 29 de abril de 1896 entró en el puerto de la capital de la Isla la goleta insurgente Competitor. Grande importancia se atribuyó por las autoridades coloniales a tal captura. La tuvieron por una victoria naval. En los partes expresivos de lo ocurrido en la costa septentrional de Vuelta Abajo se habló de intrepidez y hasta de heroísmo. Semejante algarada duró poco. Por, penoso trance pasaron los defensores del régimen colonial cuando, condenados a muerte ya por un consejo de guerra los prisioneros de la Competitor, hubo que suspender el fusilamiento a virtud de reclamaciones provenientes del gobierno de Washington.”
• 1895 -
Diario de José Martí en Cuba.
José Martí, Máximo Gómez y acompañantes en el campamento de Vuelta Corta.
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