MÁS DESTACADO
Juez permite yoga en escuelas de California
Associated Press - Hace 2 horas 21 minutosChina confiscará cuchillos luego de disturbios
Associated Press - Hace 2 horas 37 minutos
Por Alastair Macdonald y Alexander Dziadosz
EL CAIRO (Reuters) - El presidente Mohamed Mursi rechazó un ultimátum del Ejército para que logre una solución a la crisis política de Egipto, diciendo el martes que no había sido consultado y que seguiría sus propios planes para la reconciliación nacional.
El líder islamista describió como potencialmente confuso el plazo de 48 horas establecido el lunes por el jefe de las fuerzas armadas para obligarlo a acordar una plataforma común con sus rivales liberales que han convocado a millones de personas a las calles exigiendo la renuncia de Mursi.
Miembros de los Hermanos Musulmanes han utilizado la palabra "golpe" para describir la maniobra militar, que subraya la amenaza de que los generales impongan su propia hoja de ruta al país.
Pero en un comunicado emitido casi a las 2.00 a.m., nueve horas después de que el general Abdel Fattah al-Sisi complació a los rivales de Mursi al ordenar efectivamente al presidente que atienda a las demandas de los manifestantes, la oficina del presidente usó un lenguaje muchos menos directo para indicar que intentaría prestar atención.
"El presidente de la república no fue consultado sobre el comunicado emitido por las fuerzas armadas", dijo. "La presidencia ve que algunas de las declaraciones incluidas en él tienen significados que podrían provocar confusión en el complejo ambiente nacional", agregó.
Un video oficial fue transmitido en el que Mursi se reúne con Sisi. Su lenguaje corporal parecía algo incómodo, aunque no estaba claro cuándo fue grabado.
El comunicado de la oficina de Mursi continúa, "La presidencia confirma que va a seguir adelante con el camino previamente delineado para promover una exhaustiva reconciliación nacional (...) sin importar ningún comunicado que profundice las divisiones entre los ciudadanos".
Describiendo el gobierno civil como un gran logro de la revolución del 2011, el primer líder de Egipto electo libremente, quien lleva en el cargo sólo un año, dijo que no permitiría dar una vuelta atrás.
Pero al referirse a sus planes de reconciliación como aquellos que había esbozado previamente, se refería a ofertas que ya han sido rechazadas por la oposición, lo que hace improbable que tales acuerdos den fruto antes del plazo fijado por Sisi.
RENUNCIAS
La sensación de desintegración dentro del Gobierno desde las protestas del domingo fue subrayada por las renuncias presentadas por varios ministros que no son miembros de los Hermanos Musulmanes de Mursi.
El martes, la agencia estatal de noticias dijo que el ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Kamel Amr, también renunció.
Ataques contra oficinas de los Hermanos Musulmanes se han sumado a la sensación de los islamistas de que se encuentran bajo sitio.
Algunos líderes de los Hermanos Musulmanes, quienes ganaron una serie de votaciones el año pasado, dijeron que buscarían sacar a sus propios partidarios a las calles. Después de la destrucción del cuartel general de los Hermanos Musulmanes en una batalla durante la noche del lunes en la que ocho personas murieron, la posibilidad de más violencia parece real.
Potencias mundiales están observando con ansiedad, incluido Estados Unidos, que durante largo tiempo ha financiado al Ejército egipcio como un componente clave en la seguridad de Israel, un aliado de Washington.
El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, habló el lunes con su homólogo egipcio, el general Abdel Fattah al-Sisi, aunque no estaba claro de qué hablaron.
El presidente Barack Obama ha instado a Mursi y a sus rivales para que logre un acuerdo. Pero Washington también ha defendido la legitimidad de la elección de Mursi. No está claro cuánto ha informado o coordinado el Ejército egipcio a sus patrocinadores en Estados Unidos.
(Reporte de Asma Alsharif, Alexander Dziadosz, Shaimaa Fayed, Maggie Fick, Alastair Macdonald, Shadia Nasralla, Tom Perry, Yasmine Saleh, Paul Taylor y Patrick Werr en El Cairo y Yursi Mohamed en Ismailia; Escrito por Alastair Macdonald; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario