Washington, 1 ago (EFE).- Michelle Knight, una de las tres mujeres que estuvo cautiva en Cleveland (EEUU) durante más de una década, dijo hoy que Ariel Castro, su secuestrador, le "robó" 11 años de su vida, que le puede perdonar, pero "nunca" olvidará, y que merece pasar el resto de su vida en prisión.
"Lloré cada noche, los años se volvieron una eternidad", contó entre sollozos Knight durante la audiencia en Cleveland en la que Castro fue sentenciado.
Knight instó a Castro a que piense en las "atrocidades" que les hizo a ella y a las otras dos mujeres, Amanda Berry y Gina DeJesús. Los secuestros se produjeron en los años 2002, 2003 y 2004 y duraron hasta el 6 de mayo pasado.
También indicó que su amistad con DeJesús "fue lo único bueno" que puede rescatar de su traumática experiencia y le dijo a Castro que su propio "infierno" acaba de empezar.
Castro, de origen puertorriqueño, se declaró culpable de 937 cargos de los casi 1.000 que enfrentaba después de que su defensa llegase a un acuerdo con la fiscalía para evitar la pena de muerte y fue condenado a cadena perpetua sin opción a libertad condicional.
También habló una familiar de DeJesús, que dijo de ella que es "una superviviente" y en español, dirigiéndose a Castro directamente, señaló: "Que Dios se apiade de tu alma".
"Hoy es el último día que queremos hablar de todo esto", agregó.
La hermana de Berry, por su parte, pidió que se respete su derecho a no querer hablar.
Horas antes de esta audiencia salieron a la luz nuevos detalles del maltrato al que Castro sometió a sus víctimas, contenidos en un memorando publicado por la fiscalía.
Según ese memorando, Knight, Berry y DeJesús tuvieron cadenas atadas a los tobillos, solo tenían acceso a inodoros de plástico colocados en los dormitorios, "que rara vez se vaciaban", y únicamente eran alimentadas una vez al día.
Las tres mujeres reflejaron en diarios los abusos sexuales y psíquicos a los que eran sometidas por Castro, quien en una ocasión las mantuvo encerradas en un vehículo durante tres días mientras tenía una visita en su casa.
Castro dijo que no es "un monstruo" y que está "enfermo", durante la audiencia en la que se dio a conocer su sentencia. "Creo que yo soy también una víctima", sostuvo, vestido con un mono naranja y con una prominente barba. Además relató que sufrió abusos sexuales cuando era joven y habló también de su adicción a la pornografía.
El pasado 6 de mayo, en un descuido de Castro, Berry logró escapar y pedir auxilio a gritos y un vecino, Charles Ramsey, acudió en su rescate y ayudó a la joven a romper la puerta de la casa en la que estaba secuestrada.
Berry dijo a sus rescatadores que en la casa había más personas recluidas contra su voluntad: DeJesús, desaparecida en 2004 con 14 años; Knight, cuyo rastro se perdió en 2002, cuando tenía 20; y su propia hija, de seis años, fruto de los abusos de Castro. EFE
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