Jesse Jackson regresa de Cuba sin ver a Alan Gross
El reverendo Jesse Jackson habla el lunes en el Hotel Nacional de La Habana.
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
El reverendo Jesse Jackson partió el lunes de La Habana sin reunirse con el subcontratista del gobierno estadounidense Alan Gross, pero con el apoyo de las guerrillas colombianas para la liberación de un ciudadano norteamericano secuestrado en la nación suramericana.
Jackson, quien obtuvo la liberación de dos docenas de presos políticos cubanos en 1984, dijo a los reporteros en La Habana que las autoridades le comunicaron después de su llegada el viernes que no tenían tiempo suficiente para arreglar la visita con Gross.
Pero sus planes para viajar a Colombia para participar en la liberación de Kevin Scott Sutay, un ex soldado estadounidense secuestrado por las guerrillas de las FARC, sigue adelante, dijo Jackson, a pesar del rechazo de Colombia a cualquier participación que no sea la de la Cruz Roja.
El activista de los derechos humanos dijo que pidió a las autoridades cubanas permiso para visitar a Gross en prisión, pero no especificó si hizo la solicitud antes o después de llegar a Cuba para reunirse con los dirigentes de las FARC.
“Ciertamente pregunté por él”, dijo el domingo Jackson. “Ningún estadounidense puede venir aquí de buena conciencia y no indagar sobre él”.
El subcontratista de Maryland para la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) fue arrestado en el 2009 y cumple un término de prisión de 15 años por cargos de socavar la seguridad nacional de Cuba al entregar equipo de comunicación satelital a judíos cubanos.
El equipo lo pagó un programa de USAID que Washington dice que está diseñado para promover la democracia y la sociedad civil en la isla, pero que Cuba alega que forma parte de una poco velada campaña para socavar y eventualmente derrocar al gobierno comunista.
La administración de Obama ha dicho repetidamente que no puede haber una mejora significativa en las relaciones Cuba-EEUU a menos que se libere a Gross como un “gesto humanitario” debido a sus supuestos problemas de salud.
La Habana ha dicho que desea cambiarlo por cuatro agentes cubanos de inteligencia retenidos en prisiones de EEUU desde su arresto en Miami en 1998. Un quinto agente terminó su larga sentencia y regresó este año a Cuba.
Jackson logró persuadir al entonces gobernante Fidel Castro a liberar a 26 disidentes políticos encarcelados durante una visita a Cuba en 1984, y ha estado activo en tratar de obtener la liberación de ciudadanos estadounidenses presos en otros países, como Corea del Norte.
Su viaje más reciente a Cuba pareció estar menos relacionado con Gross que con Kevin Scott Sutay, quien dejó las fuerzas armadas de EEUU en marzo y fue capturado en junio por las guerrillas de las Fuerzas Armadas de Liberación de Colombia mientras recorría ese país.
Los principales dirigentes de las FARC se encuentran en Cuba para negociaciones de paz en curso con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Directivos de las FARC han acordado liberar a Sutay y le pidieron a Jackson que ayude a arreglar la entrega y a supervisarla.
La “primera impresión [de las FARC] fue que era un terrorista o un espía, pero más tarde encontró que ése no era el caso”, dijo Jackson. “Ellos querían colocarlo bajo nuestra custodia y podíamos venir a Cuba [y] reunirnos con ellos para oír toda la historia”.
Se dijo a periodistas en Miami que el activista de los derechos humanos haría algunas declaraciones cuando aterrizara el lunes por la tarde en el Aeropuerto Internacional de Miami, pero no se le pudo ver por ninguna parte cuando llegó su vuelo.
Gross, de 64 años, y su familia se han quejado de que él ha perdido 100 libras durante su prisión y sufre de varias enfermedades. Se permitió a un médico estadounidense que lo visitara recientemente en el hospital militar donde se encuentra.
Esta historia se aumentó con los servicios cablegráficos de El Nuevo Herald.
No hay comentarios:
Publicar un comentario