Incertidumbre al iniciarse la Serie Nacional de Béisbol
LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Acaba de iniciarse la versión 53 de las Series Nacionales del béisbol cubano. Es cierto que se anunciaron algunos cambios en pos de mejorar el espectáculo deportivo, entre ellos el aumento salarial de los peloteros, el empleo de la cámara lenta para dirimir determinadas decisiones arbitrales en los juegos en que esté presente la televisión, y la adopción de medidas tendientes a garantizar la disciplina de todos los actores en el terreno de juego. Acerca de este último aspecto, se acordó multar con 200 pesos a los peloteros, managers y entrenadores que sean expulsados de los partidos.
Sin embargo, ninguna de esas novedades acapara la atención de los aficionados que siguen el desarrollo de este evento. El comentario generalizado gira en torno a cómo se las arreglarán los equipos que han sufrido ausencias notables en sus filas. Por ejemplo, los Industriales sin Odrisamer Despaigne, los hermanos Chirino y Serguei Pérez; Ciego de Ávila sin Rusney Castillo; Cienfuegos sin José Dariel Abreu y Erisbel Arruebarruena; Villa Clara sin Misael Siverio; y los pineros sin el joven lanzador Raicel Iglesias, entre otros. En este capítulo de las ausencias sobresale también la del árbitro César Valdés, quien el pasado año encabezó el grupo de jueces que trabajaron en la Serie Nacional; y ahora, de manera sorpresiva, solicitó su baja sin que hayan trascendido los motivos.
Algunos de los peloteros mencionados ya abandonaron la isla y se alistan para jugar en otros países; otros fueron sorprendidos cuando intentaban escapar; y no falta alguna que otra misteriosa renuncia. Lo cierto es que no se recuerda otra ocasión en que, de un año para el otro, las nóminas prescindieran de tantas figuras estelares. Quizás el pesar de muchos aficionados solo sea comparable con lo sucedido en 1962, cuando Fidel Castro prohibió el béisbol profesional en Cuba. En ese momento, los amantes de la pelota debieron olvidarse de las estrellas del Habana, Almendares, Cienfuegos y Marianao. No les quedó más remedio que comenzar a encariñarse con los nuevos peloteros que se decían “aficionados”.
Dos días antes del comienzo de la actual Serie el pasado viernes 1ro de noviembre, la peña del Parque Central de La Habana era un hervidero de opiniones sobre el posible desempeño de los equipos. Con independencia de que La Habana, debido a su cosmopolitismo, alberga a aficionados de todo el país, era lógico que la mayoría simpatizara con Industriales, el equipo insignia de la capital. Y casi todas las opiniones insistían en que este es el año de los Industriales, sobre todo con el refuerzo que han tenido de los hermanos Gourriel, venidos a la capital desde la provincia de Sancti Spíritus.
No obstante, un joven peñista puso en tela de juicio el favoritismo de los Industriales al considerar las ausencias que apuntamos anteriormente. Y en ese punto, las opiniones se dividieron, ya que hay criterios divergentes acerca de la no presencia de Irait Chirino y Serguei Pérez. Para algunos, esos peloteros estarán ausentes debido a desavenencias con el manager Lázaro Vargas. Para otros, en cambio, Chirino y Pérez solicitaron la baja del equipo porque piensan emigrar legalmente, y después enrolarse en alguna liga foránea. Ah, y no faltó el punto de vista de un aficionado que intentó resumir el debate: “Señores, no le den más vueltas al asunto. La única opción que tienen aquí los peloteros de calidad es irse del país”.
Y, en verdad, no le falta razón a ese aficionado. El anunciado aumento de salario a los peloteros resulta irrisorio si consideramos las condiciones de la economía cubana. Los 1000 pesos mensuales que percibirán representan apenas unos 40 dólares. Por otra parte, se restringe la actividad internacional del béisbol al no prosperar su aspiración de regresar al programa olímpico. No hay que olvidar que participar en un torneo internacional es el mayor aliciente que poseen los peloteros cubanos. Y por si fuera poco, los 68 millones de dólares que obtuvo José Dariel Abreu al firmar con los Medias Blancas de Chicago, tientan a cualquiera.
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