Béisbol cubano, el régimen pierde en cada jugada
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -A punto de finalizar los primeros 45 desafíos de la serie nacional de béisbol, los porcentajes defensivos y ofensivos de los equipos exhiben una alarmante diferencia, en comparación con la pasada temporada. A estas alturas, en igual número de encuentros, se compilan casi cien errores más que en la etapa anterior, y tanto el promedio en bateo como la producción de jonrones muestran una ostensible merma: 268, por 261 en 2012; y 15 jonrones menos.
Según entendidos, estos indicadores adversos son resultado del persistente interés de las autoridades por preservar la territorialidad beisbolera, a pesar de que la mayoría de las provincias no puede exhibir un equipo competitivo de manera estable, razón por lo que las preferencias de los aficionados están cambiando hacia el futbol.
Varios de los 16 equipos que actúan en la serie nacional llamaron a filas a jugadores en edades juveniles -entre 15 y 17 años-, que aún no están listos para incursionar en las series nacionales. Y si bien en algunos de ellos se vislumbra talento, no hay dudas de que su falta de madurez, sus deficiencias técnicas y su poca experiencia se están haciendo sentir en cada juego.
Provincias como Cienfuegos y Sancti Spíritus, cuyos equipos ocuparon puestos de privilegio en las últimas contiendas beisboleras, dejaron huérfanas sus nóminas y desaparecieron de la élite nacional. Cienfuegos, tras la fuga hacia el béisbol profesional de los estelares Pito Abreu, Yaser Puig y Erisbel Arrobarruena; y el segundo, debido al éxodo de la familia Gourriell desde la tierra del Yayabo hacia la capital habanera.
En medio de la eterna crisis económica en el país, el béisbol sortea a duras penas un sinfín de limitaciones, sin que los jerarcas del país encaren las nuevas exigencias que demandan los peloteros. Lamentablemente para el régimen, la nueva mentalidad de los jugadores, incentivados por los que ya juegan en la gran carpa, impone el cese del pago con medallas y diplomas por el arte de jugar a la pelota.
Con toda certeza, podríamos afirmar que la segunda fase de esta 53 edición de la serie, a desarrollarse en el próximo mes de enero, adolecerá notablemente de la calidad que en otros tiempos exhibió nuestro pasatiempo nacional.
Los jugadores de los ocho equipos clasificados, con refuerzos de otros conjuntos que no estarán en esta etapa, tendrán como recompensa aspirar a un puesto en la preselección nacional, o asistir a la Serie del Caribe del 2015, un incentivo que desde que se hizo público ha producido en el equipo Villa Clara, campeón de la pasada serie, dieciocho victorias en sus últimas veintes salidas al terreno de juego.
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