Nacionales
20 / 12 / 2013
Pedro Palma: Demora del BCV en entrega de cifras puede deberse a aumento en índice de escasez
El economista Pedro Palma, en entrevista exclusiva para Globovisión.com, analizó las posibles consecuencias que pueden generarse por el retraso del Banco Central de Venezuela (BCV) en la divulgación de las cifras de inflación correspondientes al mes de noviembre. Calificó de "preocupante" esta situación y advirtió de riesgos severos para la economía nacional por la demora.
-¿Existe una ley que establezca que el BCV está obligado a dar las cifras de inflación los primeros 1o días del mes?
-Sí, hay una disposición de Gaceta Oficial que indica que el BCV debe dar las cifras de inflación del mes anterior los primeros 10 días del mes siguiente.
-¿Esta demora afecta la credibilidad del BCV como organismo y autoridad en materia económica y financiera?
-Es importante dar esta cifra, sobre todo cuando surge mucha expectativa por las medidas que se tomaron de reducir los precios de una forma compulsiva y que el mismo señor (Nicolás) Maduro hablara de que la inflación sería de -5% para noviembre.
Estos retrasos causan escepticismo. Nadie sabe qué hay detrás de esto y preocupa porque la credibilidad del BCV debe ser preservada en la mayor medida posible. Hay mucha gente que la cuestiona ya, pero todavía los economistas pensamos que si hay una fuente fidedigna en materia de datos económicos, es precisamente el BCV, donde hay un equipo de profesionales de primer nivel y no queremos perder esa fuente de información.
-Algunos periodistas han mencionado el caso de Argentina, donde es tal la desconfianza en las instituciones que son las empresas privadas las que informan y ofrecen los datos a la población.
-En Argentina hubo un ministro señalado como el maquillador de las cifras de inflación, al punto de que el Fondo Monetario Internacional y los organismos multilaterales no aceptaban las cifras oficiales de inflación, por considerar que estaban totalmente distorsionadas por la manipulación comandada por el ministro. Eso aquí en Venezuela no se ha presentado.
-¿Qué riesgos tiene el que pudiera ocurrir algo así en Venezuela?
-Sería muy grave porque implicaría estar a ciegas sin saber realmente qué está pasando en la economía. Afecta sin duda alguna en la percepción que se tiene de Venezuela en el extranjero y tiene también efectos locales. Muchas de las decisiones de ajustes cambiarios o salariales que se hacen dentro de una economía tienen un vínculo estrecho con el comportamiento inflacionario y su comparación con el comportamiento inflacionario externo.
-¿A qué cree que se debe el retraso en la publicación de las cifras y la cancelación de la rueda de prensa que se había pautado para este jueves?
-Realmente no sé qué está pasando y no quiero especular sobre si están maquillando o no. Lo que sí creo que hay que evitar es que se afecte la credibilidad de esa fuente de generación de estadísticas. Sería lamentable que esas dos organizaciones (BCV e INE) perdieran credibilidad en la generación de estas estadísticas, que son tan seguidas y analizadas por los estudiosos de la economía venezolana.
-Se ha hablado de que no son las cifras de inflación de noviembre las que preocupan al Gobierno, sino el índice de escasez, que podría haber aumentado en el último mes. ¿Usted cree que esto pueda ser cierto?
-Yo creo que definitivamente sí. Es gravísimo cuando el índice de escasez muestra un proceso de deterioro tan intenso como el que ha estado mostrando últimamente y, como el que muy probablemente, va a mostrar en el futuro inmediato.
Estas decisiones de establecimiento de precios y reducciones compulsivas y forzosas de los precios sin tomar en consideración las verdaderas estructuras de costos de las empresas, pueden llevar, como de hecho ha estado sucediendo, a condenar a trabajar a pérdidas a instituciones. Eso es algo muy grave porque genera la suspensión de actividades a la larga y las consecuencias que eso puede traer son tremendas, como una escasez más severa.
Todo el mundo está a la expectativa, esperando a ver cómo han afectado esas medidas del Gobierno la escasez en el país.
-¿Existe una ley que establezca que el BCV está obligado a dar las cifras de inflación los primeros 1o días del mes?
-Sí, hay una disposición de Gaceta Oficial que indica que el BCV debe dar las cifras de inflación del mes anterior los primeros 10 días del mes siguiente.
-¿Esta demora afecta la credibilidad del BCV como organismo y autoridad en materia económica y financiera?
-Es importante dar esta cifra, sobre todo cuando surge mucha expectativa por las medidas que se tomaron de reducir los precios de una forma compulsiva y que el mismo señor (Nicolás) Maduro hablara de que la inflación sería de -5% para noviembre.
Estos retrasos causan escepticismo. Nadie sabe qué hay detrás de esto y preocupa porque la credibilidad del BCV debe ser preservada en la mayor medida posible. Hay mucha gente que la cuestiona ya, pero todavía los economistas pensamos que si hay una fuente fidedigna en materia de datos económicos, es precisamente el BCV, donde hay un equipo de profesionales de primer nivel y no queremos perder esa fuente de información.
-Algunos periodistas han mencionado el caso de Argentina, donde es tal la desconfianza en las instituciones que son las empresas privadas las que informan y ofrecen los datos a la población.
-En Argentina hubo un ministro señalado como el maquillador de las cifras de inflación, al punto de que el Fondo Monetario Internacional y los organismos multilaterales no aceptaban las cifras oficiales de inflación, por considerar que estaban totalmente distorsionadas por la manipulación comandada por el ministro. Eso aquí en Venezuela no se ha presentado.
-¿Qué riesgos tiene el que pudiera ocurrir algo así en Venezuela?
-Sería muy grave porque implicaría estar a ciegas sin saber realmente qué está pasando en la economía. Afecta sin duda alguna en la percepción que se tiene de Venezuela en el extranjero y tiene también efectos locales. Muchas de las decisiones de ajustes cambiarios o salariales que se hacen dentro de una economía tienen un vínculo estrecho con el comportamiento inflacionario y su comparación con el comportamiento inflacionario externo.
-¿A qué cree que se debe el retraso en la publicación de las cifras y la cancelación de la rueda de prensa que se había pautado para este jueves?
-Realmente no sé qué está pasando y no quiero especular sobre si están maquillando o no. Lo que sí creo que hay que evitar es que se afecte la credibilidad de esa fuente de generación de estadísticas. Sería lamentable que esas dos organizaciones (BCV e INE) perdieran credibilidad en la generación de estas estadísticas, que son tan seguidas y analizadas por los estudiosos de la economía venezolana.
-Se ha hablado de que no son las cifras de inflación de noviembre las que preocupan al Gobierno, sino el índice de escasez, que podría haber aumentado en el último mes. ¿Usted cree que esto pueda ser cierto?
-Yo creo que definitivamente sí. Es gravísimo cuando el índice de escasez muestra un proceso de deterioro tan intenso como el que ha estado mostrando últimamente y, como el que muy probablemente, va a mostrar en el futuro inmediato.
Estas decisiones de establecimiento de precios y reducciones compulsivas y forzosas de los precios sin tomar en consideración las verdaderas estructuras de costos de las empresas, pueden llevar, como de hecho ha estado sucediendo, a condenar a trabajar a pérdidas a instituciones. Eso es algo muy grave porque genera la suspensión de actividades a la larga y las consecuencias que eso puede traer son tremendas, como una escasez más severa.
Todo el mundo está a la expectativa, esperando a ver cómo han afectado esas medidas del Gobierno la escasez en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario