Regresan los cruceros a los puertos de Cuba
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
El buque crucero LV Louis Cristal zarpó de la Habana el lunes en el primero de sus viajes alrededor de la isla, marcando otro esfuerzo de establecer Cuba como un destino atractivo y rentable para la industria de cruceros.
La empresa Cuba Cruise con base en Calgary, Canadá, fletó la embarcación este año para realizar viajes semanales hasta el 24 de marzo, que deberán recoger a pasajeros en La Habana o Montego Bay en Jamaica, para circunnavegar la isla en viajes de siete días de duración, con un precio inicial de $746.
La embarcación, que tiene capacidad para 1,200 pasajeros, hará escalas en Holguín, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Punta Francés en la Isla de la Juventud, y ofrecerá a sus pasajeros recorridos por las playas, los clubes nocturnos y las fortalezas y arquitectura de la era colonial.
El Cristal, construido en 1980, es propiedad y es operado por la compañía con base en Chipre Louis Cruises que opera mayormente en el Mediterráneo. Cuba Cruise fue fundada en enero por el empresario canadiense de cruceros Dougald Wells.
Las sanciones de Estados Unidos impiden el turismo a Cuba y prohíben que cualquier barco que atraque en la isla entre a un puerto de los Estados Unidos durante los siguientes seis meses. La industria de cruceros caribeños está basada en el sur de la Florida, en Miami.
Al preguntársele si Cuba Cruise permitirá a turistas de Estados Unidos abordar la embarcación en Jamaica, Melissa Medeiro, coordinadora de medios para Bannkin Travel and Tourism, una empresa consultora que representa a la compañía de cruceros, dijo que no era responsabilidad de Cuba Cruise revisar a los pasajeros.
“Invitamos a cualquier persona a consultar con sus autoridades locales”, dijo Medeiro. “Pero Cuba no impone ningunas restricciones [a turistas estadounidenses] y Cuba Cruise no discrimina en contra de ninguna nacionalidad que vaya a abordar la embarcación”.
Después de décadas de rechazar el turismo en masa, Cuba comenzó a abrir sus puertas a inicios de los años 90, luego del colapso de la Unión Soviética y sus enormes subsidios al gobierno comunista de la isla.
La compañía española Sol Meliá hizo un intento en 1996 usando el Meliá-Don Juan, con capacidad para 840 pasajeros, para navegar desde Cienfuegos en la costa sur del centro de la isla. Los viajes del barco, aparentemente, pararon a finales de 1997.
El buque Adriana, operado por una empresa rusa y con capacidad para 300 pasajeros, navegó alrededor de la isla al menos cuatro veces en el 2011. En uno de sus viajes hizo una escala en Santiago, y desembarcó a 62 pasajeros, de acuerdo con un reporte de los medios noticiosos cubanos. No ha habido mención de otros desembarcos desde entonces.
La embarcación de 54,000 toneladas, Thomson Dreams, con capacidad para 1,132 pasajeros, ha hechos varias escalas en La Habana en años recientes con pasajeros mayormente europeos, entre ellos británicos. La última fue la semana pasada.
La industria del turismo de los cruceros en Cuba llegó a su pico máximo en el 2005 con 122 embarcaciones, que se reporta llevaron a 102,440 visitantes – un promedio de 840 por barco. Pero ha estado en declive continuo desde entonces, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
La ONE reportó 30,000 arribos de barcos cruceros en el 2006; 7,000 en el 2007; 5,000 en el 2008; 4,000 en el 2009; 2000, en el 2010 y apenas 1,000 en el 2011.
Los funcionarios cubanos nunca han explicado la caída de los arribos. Pero los comentarios de Fidel Castro en el 2005 de que los visitantes de los cruceros gastaban poco y dejaban “basura, latas vacías y papel” puede que haya provocado que los funcionarios cubanos estén menos interesados en lidiar con las líneas de cruceros.
José Antonio López, en ese entonces gerente general de la compañía estatal que opera las cuatro terminales para los cruceros, le dijo a la agencia noticiosa Reuters en el 2008 que Cuba tiene la capacidad portuaria para recibir un millón de pasajeros de cruceros y 600 barcos al año. En la Habana nada más, podrían atracar varios barcos de hasta 70,000 toneladas, agregó López.
Pero oficiales de la industria de cruceros de Estados Unidos estiman que podría tomar al menos cuatro años para modernizar los puertos de Cuba para que puedan lidiar con los megacruceros de más de 150,000 toneladas. El crucero más grande del mundo, el Allure of the Seas, tiene un peso de 225,000 toneladas y una capacidad para 5,400 pasajeros.
La industria turística de Cuba ha estado estancada luego de que creciera regularmente en los años 90, con 2.3 millones de visitantes en los primeros 10 meses de este año lo cual representa una caída del 1.2 por ciento con respecto al mismo periodo en el 2012, de acuerdo con la ONE.
La empresa Cuba Cruise con base en Calgary, Canadá, fletó la embarcación este año para realizar viajes semanales hasta el 24 de marzo, que deberán recoger a pasajeros en La Habana o Montego Bay en Jamaica, para circunnavegar la isla en viajes de siete días de duración, con un precio inicial de $746.
La embarcación, que tiene capacidad para 1,200 pasajeros, hará escalas en Holguín, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Punta Francés en la Isla de la Juventud, y ofrecerá a sus pasajeros recorridos por las playas, los clubes nocturnos y las fortalezas y arquitectura de la era colonial.
El Cristal, construido en 1980, es propiedad y es operado por la compañía con base en Chipre Louis Cruises que opera mayormente en el Mediterráneo. Cuba Cruise fue fundada en enero por el empresario canadiense de cruceros Dougald Wells.
Las sanciones de Estados Unidos impiden el turismo a Cuba y prohíben que cualquier barco que atraque en la isla entre a un puerto de los Estados Unidos durante los siguientes seis meses. La industria de cruceros caribeños está basada en el sur de la Florida, en Miami.
Al preguntársele si Cuba Cruise permitirá a turistas de Estados Unidos abordar la embarcación en Jamaica, Melissa Medeiro, coordinadora de medios para Bannkin Travel and Tourism, una empresa consultora que representa a la compañía de cruceros, dijo que no era responsabilidad de Cuba Cruise revisar a los pasajeros.
“Invitamos a cualquier persona a consultar con sus autoridades locales”, dijo Medeiro. “Pero Cuba no impone ningunas restricciones [a turistas estadounidenses] y Cuba Cruise no discrimina en contra de ninguna nacionalidad que vaya a abordar la embarcación”.
Después de décadas de rechazar el turismo en masa, Cuba comenzó a abrir sus puertas a inicios de los años 90, luego del colapso de la Unión Soviética y sus enormes subsidios al gobierno comunista de la isla.
La compañía española Sol Meliá hizo un intento en 1996 usando el Meliá-Don Juan, con capacidad para 840 pasajeros, para navegar desde Cienfuegos en la costa sur del centro de la isla. Los viajes del barco, aparentemente, pararon a finales de 1997.
El buque Adriana, operado por una empresa rusa y con capacidad para 300 pasajeros, navegó alrededor de la isla al menos cuatro veces en el 2011. En uno de sus viajes hizo una escala en Santiago, y desembarcó a 62 pasajeros, de acuerdo con un reporte de los medios noticiosos cubanos. No ha habido mención de otros desembarcos desde entonces.
La embarcación de 54,000 toneladas, Thomson Dreams, con capacidad para 1,132 pasajeros, ha hechos varias escalas en La Habana en años recientes con pasajeros mayormente europeos, entre ellos británicos. La última fue la semana pasada.
La industria del turismo de los cruceros en Cuba llegó a su pico máximo en el 2005 con 122 embarcaciones, que se reporta llevaron a 102,440 visitantes – un promedio de 840 por barco. Pero ha estado en declive continuo desde entonces, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
La ONE reportó 30,000 arribos de barcos cruceros en el 2006; 7,000 en el 2007; 5,000 en el 2008; 4,000 en el 2009; 2000, en el 2010 y apenas 1,000 en el 2011.
Los funcionarios cubanos nunca han explicado la caída de los arribos. Pero los comentarios de Fidel Castro en el 2005 de que los visitantes de los cruceros gastaban poco y dejaban “basura, latas vacías y papel” puede que haya provocado que los funcionarios cubanos estén menos interesados en lidiar con las líneas de cruceros.
José Antonio López, en ese entonces gerente general de la compañía estatal que opera las cuatro terminales para los cruceros, le dijo a la agencia noticiosa Reuters en el 2008 que Cuba tiene la capacidad portuaria para recibir un millón de pasajeros de cruceros y 600 barcos al año. En la Habana nada más, podrían atracar varios barcos de hasta 70,000 toneladas, agregó López.
Pero oficiales de la industria de cruceros de Estados Unidos estiman que podría tomar al menos cuatro años para modernizar los puertos de Cuba para que puedan lidiar con los megacruceros de más de 150,000 toneladas. El crucero más grande del mundo, el Allure of the Seas, tiene un peso de 225,000 toneladas y una capacidad para 5,400 pasajeros.
La industria turística de Cuba ha estado estancada luego de que creciera regularmente en los años 90, con 2.3 millones de visitantes en los primeros 10 meses de este año lo cual representa una caída del 1.2 por ciento con respecto al mismo periodo en el 2012, de acuerdo con la ONE.
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