jueves, 19 de diciembre de 2013

Revender petróleo:¿racket castrochavista?

Revender petróleo:¿racket castrochavista?

Sólo en 2008 La Habana habría dispuesto de unos 84.000 barriles diarios de crudo venezolano para reexportar. Según expertos opositores, los millones se reparten entre la élite castrista y la bolivariana.
En la imagen, tanques de almacenamiento de petróleo en unas instalaciones de Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA).En la imagen, tanques de almacenamiento de petróleo en unas instalaciones de Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA).
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El ministro venezolano de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, aseguró esta semana, durante una rueda de prensa en el marco de la cumbre de Petrocaribe celebrada en Caracas, que “Venezuela no está regalando petróleo”. Según despachos desde la cumbre, Ramírez, hizo estas declaraciones en rechazo a  críticas formuladas por la oposición al acuerdo energético regional.

Entre esos críticos se cuentan el ex gerente de la petrolera estatal venezolana PDVSA, Horacio Medina, y el profesor de la Universidad Yacambú (estado Lara) Pablo Hernández Parra.

Medina denuncia que los excedentes petroleros que Venezuela entrega a Cuba se reparten entre las élites de ambos gobiernos o se usan para financiar a partidos afines como el Frente Farabundo Martí en El Salvador y el Libertad y Refundación de Xiomara Castro, la esposa del derrocado Manuel Zelaya, en Honduras.

Hernández Parra es un hombre de larga trayectoria izquierdista indignado por la piñata de la nueva burguesía bolivariana, que incluye disfrazar como “convenios de cooperación entre naciones hermanas y revolucionarias” las gestiones para colocar dineros derivados del petróleo lejos  del escrutinio fiscal.

REEXPORTANDO  “LA GENEROSA AYUDA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA”…

La economía cubana bajo el castrismo nunca ha producido bienes suficientes para recaudar con sus exportaciones las divisas que necesita el país. Sin embargo, salvo en el interludio crítico de los años 90 entre el patrocinio soviético y el venezolano, La Habana ha contado siempre con alternativas que le ayudaron a sobrevivir y perpetuar el poder del clan Castro.

Como colonia y peón soviético de la Guerra Fría en el hemisferio occidental, Cuba recibía subsidios estimados en unos 5.000 millones de dólares diarios, incluyendo un más que generoso suministro energético que entre 1980 y 1988 promedió unos 12,4 millones de toneladas anuales entre petróleo y sus derivados. Con la producción nacional, La Habana redondeaba unos rebosantes 13 millones de toneladas por año.

Que tal cantidad superaba ampliamente las necesidades cubanas se demostró durante los años del período especial,--entre el derrumbe socialista y el ascenso al poder de Hugo Chávez en Venezuela-- cuando Cuba, dependiendo de sí misma, le apretó el cinturón a la ciudadanía con cortes drásticos y constantes en la generación eléctrica; tanto, que los cubanos dejaron de fijarse en los acostumbrados apagones para concentrarse en los esporádicos “alumbrones”.

Con esas medidas de austeridad energética, y a pesar de que las plantas cubanas son mayormente termoeléctricas consumidoras de gasóleo, el país sobrevivió importando apenas 3 millones de toneladas anuales de crudo.

Lo cual sugiere que, antes de que eso ocurriera, probablemente más de la mitad del petróleo soviético era convertido en efectivo en el mercado mundial por los jerarcas castristas para engrosar cuentas no fiscalizadas.

Según desertores del régimen algunos usos que se le dieron al dinero de la reventa de petróleo fueron engrosar la llamada Reserva del Comandante; crear compañías de fachada alrededor del mundo para generar divisas; financiar campañas electorales de candidatos afines ycostosos regalos a gobiernos aliados; y pagar las cuentas de la subversión y los grupos antiamericanos en el continente.

… Y TAMBIÉN LA AYUDA DE LOS “HERMANOS” BOLIVARIANOS

Hoy esas alternativas al déficit crónico cubano en exportación de bienes vienen dadas, además de lo generado por el turismo y las remesas, por los 5.000 a 6.000 millones de dólares anuales que generan los servicios profesionales cubanos en el extranjero –primera entrada de divisas del país-- principalmente los que se prestan a  Venezuela. También, por  los alrededor de 100.000 barriles diarios de petróleo que entrega el gobierno del país andino a los “hermanos” cubanos, una parte de los cuáles, según especialistas venezolanos, ni siquiera pasan por Cuba, porque La Habana los revende.

En entrevista esta semana con el programa Cuba al Día que conducen en Radio Martí los colegas Cary Roque y Tomás Cardoso, el ex ejecutivo de PDVSA, Horacio Medina, recordó que bajo el convenio original de Petrocaribe -- parte del Convenio Integral de Cooperación entre Venezuela y Cuba suscrito el 30 de octubre del  2000--  la isla caribeña debía recibir 53.000 barriles diarios de crudo y derivados financiados por Caracas los cuales, junto con la producción doméstica  de unos 50.000 barriles por día, debían cubrir los requerimientos internos.

Horacio Medina, ex gerente de PDVSA

El suministro de 53.000 barriles diarios conveniado bajo Petrocaribe pagaría por bienes y servicios cubanos a Venezuela (específicamente asistencia médica).

Pero  como consta en el texto actualizado del convenio, la cantidad fue ampliada en 2005 a 90.000 barriles diarios, y expertos petroleros venezolanos, entre ellos Medina y el profesor de la Universidad Yacambú (estado Lara ) Pablo Hernández Parra, calculan que actualmente el suministro venezolano oscilaría entre 100.000 y 115.000 barriles.

Dichos expertos consideran que la cifra diaria supera ampliamente las necesidades energéticas de la isla y que el gobierno de Cuba reexporta el excedente, cuyos dividendos no se registran en el erario público cubano o venezolano sino que van a engrosar cuentas privadas de funcionarios en ambos países.

Hernández Parra publicó un análisis en el sitio web www.soberanía.org observando la diferencia entre un despacho de la agencia cubana Prensa Latina sobre el cumplimiento de las metas en la refinería de Cienfuegos --que procesa el crudo venezolano y opera como la firma binacional Cuvenpetrol S.A .-- y el Informe de Gestión Anual 2012 de PDVSA.

El despacho de PL fechado a fines de noviembre, y rebotado por la agencia EFE, situaba en 100.000 barriles diarios el suministro anual venezolano, mientras que el informe de PDVSA daba una cifra  de 98.000 barriles.

Según el académico venezolano  la diferencia sumaría 13 millones 120 mil barriles que no fueron procesados en Cuba, los que representan al precio promedio del barril de petróleo este año 1.312 millones del dólares.

Pero el ingreso, según Hernández Parra, podría ser aún mayor si se comprueba que el envío de petróleo a Cuba está en el orden de los 115.000  barriles diarios como han declarado algunas fuentes, y si además se comercializan derivados como gasolina de avión que, según referencias, Cuba está exportando incluso a España.

Tomando cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, el autor pone otro ejemplo: la producción petrolera de la isla en 2008 fue el equivalente en toneladas métricas a unos 23.554.000 barriles, mientras que el consumo cubano ese año alcanzó 34.838.000 barriles  Así, el déficit petrolero de Cuba entre su producción y consumo en 2008 fue de 30.916 barriles diarios.

Considerando que en el período PDVSA le envió a Cuba 98.000 barriles diarios de petróleo y 17.000 de productos para un total de 115.000, Hernández Parra calcula que, solo en el año 2008, Cuba dispuso de unos 84.084 barriles diarios de petróleo para venderlos en el mercado internacional.

“En ese sentido”, dice el académico, “los cubanos y la boliburguesía venezolana no han inventado nada nuevo, sino que han perfeccionado los negocios internacionales de PDVSA diseñados por la meritocracia y los políticos de AD y COPEI, para colocar dinero fuera del alcance del fisco nacional”.

Termina diciendo Pablo Hernández Parra que “este perverso mecanismo es una maniobra muy vieja dentro del comercio internacional en la época de los monopolios, especialmente en el negocio petrolero, solo que en el pasado se conocía como transferencia oculta de beneficios, y hoy se llama eufemísticamente “ Convenios de Cooperación Energética entre naciones hermanas y revolucionarias”.

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