martes, 17 de diciembre de 2013

Tribulaciones del sector privado en Pinar del Rio

Osmar Laffita
sector-privadoCuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) En la primera sesión ordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, celebrada los días 6 y 7 de julio, Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros, en una de sus tantas intervenciones se refirió a las indisciplinas en las que incurren las personas poseedoras de licencias que los autoriza realizar una actividad privada y que ejercen otra.
Puso como ejemplo a los que están autorizados a desempeñarse como modistos o sastres pero que están dedicados a la venta de ropas, calzados y artículos varios importados.
Murillo les dijo a los diputados que esto sería rectificado en fecha próxima con una norma jurídica que fija el alcance de cada actividad. Pero los dirigentes del Consejo de Administración del Poder Popular, las delegaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social(MTSS) y la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) de la provincia de Pinar del Río, sin esperar la puesta en vigor de las normas que Murillo le anunció a los diputados, de manera unilateral y arbitraria, el primero de septiembre suspendieron en toda la provincia las ventas de los artículos importados, lo que obligó a los propietarios de estos pequeños negocios a entregar sus licencias y dejar sin empleo a centenares de trabajadores contratados.
Fueron muchas las quejas y apelaciones a las instancia correspondientes de los propietarios de estos pequeños negocios que fueron injustamente cerrados, debido que fue el 26 de septiembre que aparecieron en la Gaceta Oficial de la República de Cuba las resoluciones 41 y 42 que derogaron la Resolución 33 del 6 de septiembre de 2011 y que ratificaron la prohibición de ventas ropas, calzado y artículos varios importados.
Como esta actividad de ventas de artículos importados se ha mantenido en las restantes 14 provincias de Cuba, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros a mediados de noviembre dio a conocer una nota informativa en torno a los que poseen licencia de Modisto y Sastre, en la que dejó claro que los que no puedan ejercer este oficio tendrán que devolver sus licencias ante del 20 de enero de 2014 y no podrán continuar con la venta de ropas importadas.
Parece que los dirigentes del Consejo de Administración y los del MTSS y la ONAT de Pinar del Rio, dieron marcha atrás a la medida tomada de prohibir las ventas de artículos importados: hace un mes autorizaron a reiniciar su negocio a todos aquellos que lo desearan.
Pero como la improcedente medida de cierre provocó en los que estaban involucrados en ese negocio el síndrome de la desconfianza y el recelo, solo reabrieron sus negocios el 40% del total de los que estaban dedicados a la ventas de ropas y calzados importados antes del primero de septiembre.
No son solo los vendedores de ropa importada los que enfrentan sinsabores en el desempeño de su labor privada en la ciudad de Pinar del Río. También los bicitaxistas sufren el acoso diario de los inspectores, que junto con la policía, a la mínima violación, les aplican multas que fluctúan entre 20 y 28 dólares, algo realmente desproporcionado y abusivo. Al bicitaxista que no pague la multa, le quitan el vehículo y se lo llevan para el depósito controlado por la policía. Al cierre de la primera semana de diciembre, la policía tenía retenidos 79 bicitaxis. Para recuperarlos, sus dueños tienen que pagar las multas y presentar sus licencias al día.
En la provincia de Pinar del Río la comercialización de productos de la agricultura se realiza por los Mercados Agropecuarios Estatales (MAE), los de Oferta y Demandas y los vendedores ambulantes de productos agropecuarios, los conocidos carretilleros.
En el caso de la ciudad de Pinar del Rio, hay dos MAE. Uno es administrado por la Empresa Provincial de Acopio; de viernes a domingo tiene un aceptable surtido, con variedad y cantidad de viandas, frijoles, arroz, carne de cerdo, embutidos y ahumados y productos en conserva de la mini industria local de alimentos. El otro es dirigido por la delegación provincial del Ministerio de la Agricultura, con cuatro tarimas, situado cerca de la terminal de ómnibus, de autos de alquiler y camiones privados que trasladan a centenares de pasajeros diariamente a los diferentes municipios de la provincia y a La Habana.
Es común escuchar los cometarios desfavorables de los que concurren allí a hacer las compras y de sus trabajadores, por las pésimas ofertas. La mayor parte del tiempo este mercado está desabastecido.
Los que realmente garantizan los productos del agro a la población de la ciudad de Pinar del Río son los carretilleros. Están por donde quiera, con sus carretillas repletas de los más variados productos. Pero su licencia no los autoriza a estacionarse, por lo que están obligados a desplazarse de una calle a otra, pero nunca por las calles principales ni las avenidas. El carretillero que por alguna razón se detenga más tiempo del que estiman adecuado los inspectores y la policía, que ahora han decido andar juntos, proceden a multarlo.
Esta situación de acoso a los carretilleros, como del gato contra el ratón no cesa, es diaria en la ciudad de Pinar del Río. A pesar de eso, los pinareños reconocen que son ellos los que mayor cantidad de alimentos ofertan diariamente a la población de la ciudad.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com
Fotos: Osmar Laffita

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