Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Los regímenes totalitarios que forman parte del expediente histórico político del pasado siglo XX, lograron imponerse a partir de un control social absoluto y la actuación de policías secretas especializadas caracterizadas por su inescrupulosidad, crueldad y absoluta falta de escrúpulos.
Los ejemplos clásicos de la Alemania de Hitler y la Unión Soviética de Stalin marcaron una pauta de crueldad emulada y en ocasiones igualada por las policías establecidas por cada gobierno totalitario con independencia de la zona geográfica que fuere. Todas estas policías secretas especializadas fueron igualmente crueles y despiadadas. Todas aterrorizaron a sus pueblos y todas sin excepción, irrespetaron todas las leyes humanas y divinas conocidas.
Los jefes de dos de estos engendros diabólicos y me refiero a Lavrenti Beria y Henrich Himmler, en el caso de la NKVD soviética y la Dirección General de Seguridad del Reich, escaparon del proceso que les juzgara por sus crímenes. No obstante un tribunal superior les pasó la cuenta. En el caso de Alemania el proceso de Nuremberg sentó un precedente para que la obediencia debida no fuere atenuante en el caso de órdenes criminales. Así y desde este histórico proceso, quien ejecuta o imparte órdenes criminales, en su momento responderá con absoluta responsabilidad penal por ello.
En Cuba, la policía Seguridad del Estado se encargó de asumir este rol de nuestra pesadilla. Aunque sobran los ejemplos de crueldad y abuso a los derechos ciudadanos ejecutados por este cuerpo represivo, voy a centrarme en dos episodios, uno muy reciente, que tuvo como protagonista involuntario a Joisy García Martínez y el otro, anterior en el tiempo, a Ángel Moya Acosta.
Joisy es periodista independiente, bloguero y realizador independiente de audio visuales. Refiere que durante un arresto sufrido en la zona oriental de la Isla, a finales del año 2013 en que cubría las incidencias represivas de aquel momento en esta zona, fue arrestado por elementos de la policía Seguridad del Estado. Mientras era conducido hasta un centro de detención, esposado con las manos detrás, fue obligado a tenderse. Uno entre los maleantes que le conducían, apoyó el codo contra sus vértebras lumbares y mantuvo esta dolorosa presión a lo largo de todo un trayecto que no fue corto. Aunque se quejó, no fue retirada la presión ejercida con el codo.
Este episodio ha tenido como consecuencia aplastamiento de vértebras y una eventual y futura intervención quirúrgica con un pronóstico abierto. De acuerdo con médicos consultados y aterrados de que se conozca su asesoramiento, la intervención quirúrgica tendrá amplias probabilidades de no ser del todo exitosa y dejar secuelas de limitación física y en el peor de los casos, invalidez parcial o total, en dependencia de que la suerte ayude o no.
Por su parte, el ex prisionero de conciencia, miembro del Grupo de los 75, líder del grupo opositor 'Libertad y Democracia por Cuba' y también miembro de la Unión Patriótica Cubana (UNPACU), Ángel Moya Acosta, testimonió en su momento, que durante un arresto sufrido hace un tiempo a manos de la policía Seguridad del Estado, en que fue además golpeado, sufrió un trato similar.
De acuerdo con lo que refirió Moya en esa oportunidad, estaba esposado con las manos a la espalda fue igualmente obligado a tenderse y alguien se apoyó sobre las esposas que estaban sobre su cordón vertebral. Ambos Joisy García y Ángel Moya coinciden en que dolió y que este dolor fue inferido por un maleante en conocimiento exacto de que dolía. Entonces, se trata de tortura o de "penas y tratos crueles, inhumanos y degradantes", como aparece descrito en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Como ya resulta normativa conocida, cada jefe de policía secreta especializada en el mundo, recibe las órdenes directamente del jefe de estado. Este hecho nunca eximirá a ninguno de estos personajes de la responsabilidad por el cumplimiento de las órdenes criminales recibidas en cada caso. Entonces y en nuestro infierno doméstico, el responsable de cada golpiza, asalto, saqueo, abuso o atropello sufrido por hombres y mujeres activistas de la oposición interna pacífica, por parte de la policía Seguridad del Estado, es el jefe de la misma: El general Adalberto Raveiro.
En algún momento, se conocerán y serán documentados los actos criminales incurridos por la Policía Seguridad del Estado. Ese será el momento de que los responsables, desde el máximo hasta los eslabones menores de la cadena represiva, sean procesados y juzgados. Cuando ese momento llegue, tendrán el juicio imparcial y con todas las garantías que el régimen que sostuvieron negó a quienes hoy reprimen.
Será el momento en que quede claro si el remolcador 13 de marzo fue hundido por una orden criminal o por una iniciativa personal, también criminal. O si es cierto que alguien ha colocado aparatos de Rayos X contra la pared de la celda en que languidece un hombre marcado para morir, a partir de alguna orden criminal. O si los pinchazos reportados en asonadas callejeras han sido formas de inoculación de sustancias tóxicas de origen biológico o no. Todo se sabrá algún día. El día en que hayan terminado para bien, los actos criminales de la policía Seguridad del Estado.
Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com
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